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Cuando el reloj marcaba las tres menos veinte de la madrugada, William fue despertado por unos gimoteos y jadeos que intentaban pronunciar su nombre.

Se sentó y observó a su hijo que por cierto estaba muy sudado y estaba mas rojo que un tomate. En fin, no se preocupó porque era normal después de haber consumido tantos sedantes y medicamentos a la vez.

Le tocó la frente confirmando que el menor tenía fiebre y acercó su oído al rostro de su hijo para intentar descifrar que era lo que estaba balbuceando.

"Tengo calor"
Era eso lo que intentaba decir Michael?
Lo decía un poco cansado y desesperado a la vez.

William suspiró y se levantó. Fue al armario de su hijo y buscó su pijama de verano. Este pijama estaba compuesto por un pantalón corto como el de el uniforme de repartidor de pizzas y unos tirantes, todo esto de color negro.

Le puso el pijama de verano y se volvió a acostar.

Ahora que Michael estaba tan tranquilo, podía aprovechar para jugar un poco con su cuerpo. Se puso encima de él y le levantó un poco los tirantes.

No estaba muy excitado por lo que solo iba a masturbar a su hijo, y mas tarde haría mas porque ahora estaba muy cansado.

Le hizo cosquillas en los costados causando así unas pequeñas risas de parte del adolescente. Después de eso le bajó el pantalón y el boxer.

Era una hermosa vista para él, su hijo sonrojado y jadeando con la boca entreabierta... Simplemente hermoso.

Rodeó su miembro con los dedos y empezó a masturbarlo. Nada más notar ese tacto en esa zona, Michael empezó a jadear mas fuerte, tanto que esos jadeos se convirtieron en gemidos.

Movió sus pies incómodo y puso sus manos encima de las de su padre. William le miró a los ojos durante unos segundos y después fue a buscar papel del baño para no ensuciar el pijama.

Al regresar iba a seguir manoseando su parte íntima pero a Michael le dió un espasmo que le hizo dar una buena patada que acabó en la entrepierna del mayor.

William soltó un jadeo de dolor y se inclinó apoyando su cabeza en el pecho del adolescentes mientras se agarraba los testículos.

Estuvo agonizando unos... 5 minutos hasta que controló su ira. Para entonces Mike ya se había dormido. En ese momento quería aplastar le la polla hasta arrancarse la pero no podía.

Al final le puso solo el boxer y se volvió a acostar, por esa patada ahora tenía que aguantarse la dolorosa erección.

Cuando amaneció, Michael y William se levantaron a la vez por casualidad, no porque William le había sacudido y después se había echo el dormido... Nop, nada de eso...

Michael y William se miraban a los ojos fijamente y ninguno apartaba la mirada. El mayor quería revisar si su hijo seguía sedado por lo que le empujó fuera de la cama.

Michael se quejó pero se quedó ahí en el suelo observando cosas que había debajo de su cama. Zapatos, ropa, calcetines, pelusas, revistas, dibujos, polvo...

William sospechó que Michael estaba sedado aun pero que podía controlarse mas o menos.

Se levantó de la cama y mientras pasaba por un lado del adolescente le miró de reojo para comprobar que no se había desmayado. Bajó a la cocina y empiezo a hacer el desayuno.

Cada vez que se apoyaba en la encimera, le venía la imagen de Michael desangrándose del cuello, pero no le asustaba, es mas, le gustaba.
Para él era una agradable sensación.

-MIKEE! BAJA YA!- Gritó al terminar de hacer el desayuno. Después de unos 10 minutos volvió a gritar.

El adolescente empezó a tardar por lo que se levantó subió a la habitación de su hijo. Abrió la puerta y vio el cuerpo de Michael tirado en el suelo a unos metros de donde lo dejó.

Un Infierno Sin Fin (William x Michael)Where stories live. Discover now