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Scott tenía entre sus brazos a Michael llorando. Le daba pena verlo así pero no podía centrarse porque solo tenía el boxer puesto.

Después de unos minutos de escucharle llorar, le preguntó sobre sus heridas en el cuerpo pero Michael no le respondió, solo le ignoró y desvío la mirada. Era triste que no pudiera decirle nada ya que la vida de Scott dependía de William y su local.

Mike al dejar de llorar se dió cuenta de las miradas que le hacía el mayor por lo que se incomodó y se levantó para ponerse ropa encima pero Scott le agarró de una mano.

-No pasa nada si no me quieres contar de tus heridas pero, ¿porque te incomoda tanto estar con alguien a solas?- Le preguntó queriendo que le tenga mas confianza. -Oh ya lo entiendo... Tienes miedo.-

Michael apartó su mano y se echó atrás para mantener las distancias pero Scott parecía querer incomodarle mas. Eso desde el punto de vista de Michael.

-Deja de acercarte...- Le pidió bajando la cabeza. Scott suspiró y le puso una mano en el hombro.

-Tranquilizate Michael... Estas seguro conmigo y aunque te haga algo que te incomode, no te preocupes solo estaré bromeando, ya sabes como soy!- Le dijo con su sonrisa de siempre.

Mike ya no sabía en quien confiar ya que siempre le traicionaban y se aprovechan de él... Pero las palabras de Scott parecían tan reales...

-¿Prometes que nunca me traicionarás?-

Scott asintió y le dió su espacio. En cuanto hizo eso, Michael se giró y se empezó a poner el pijama. Después bajó a la cocina y junto a Scott hizo una buena cena.

Cenaron y Scott se despidió de Michael ya que el único trabajo que le había mandado hacer William era asegurarse de que Michael volvía a casa a tiempo.

Y se preguntarán porque no le ha hecho nada, pues básicamente se sentiría mal si se aprovechaba de él en ese estado tan... No se como explicarlo... Patético? Triste?

Simplemente decidió dejarlo para otro día porque no quería hacer que se suicidara, eso sería muy cruel y egoísta...

Unas horas después, William volvió a casa y fue directo a la cocina para beber un poco. Estaba muy cansado y los animatronicos le ponían enfermos.

Eran insoportables! Hacían mucho ruido al moverse y cada vez que pasaban por algún pasillo dejaban un horrible olor a metal y óxido o como William lo llama, mierda.

Al beber una copa, subió a su cuarto a cambiarse y seguido de esto, fue al cuarto de su hijo. No se preocupó por hacer ruido porque sabía que Michael estaba en un profundo sueño cuando soltaba unos pequeños quejidos.

Se acercó a él y levantó la sábana. Levantó su camiseta de pijama y observó de cerca las heridas que le había hecho. No estaba arrepentido pero si un poco preocupado por si mismo.

Tal vez Michael se lo había contado todo a Scott... O tal vez no, puede ser cualquier cosa.

Soltó un gran suspiro y se acostó al lado de su hijo. En unos minutos la alarma del adolescente iba a sonar y se iba a tener que ir a la escuela así que porqué no aprovechar para darle un besito ahora que podía.

Con una mano agarró las mejillas de su hijo y le dió un pico. Después lo soltó y cerró los ojos cansado de tanto trabajo.
Amaba darle mimos pero no quería acostumbrarle a esas cosas.

Unos minutos después, como dije antes la alarma de Michael sonó pero no logró despertarle por lo que William optó por darle una patada y tirarlo de la cama. Eso sí funcionó.

Mike se levantó del suelo adolorido y miró a su alrededor. Al posar la mirada sobre su padre se asustó ante tan penetrante mirada. Bajó la cabeza al instante y se puso recto.

Un Infierno Sin Fin (William x Michael)Where stories live. Discover now