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Después de que Michael se terminará el plato después de media jodida hora, John por fin se pudo sentar a descansar mientras que el adolescente solo se metía mas bajo las finas sábanas del hospital. Le dolía la mandíbula de las veces que el mayor se la había apretado para que abriera la boca.

Ahora mismo eran las tres de la tarde y Henry estaba de camino al hospital con unas cuantas cosas que vio necesarias para Michael. Estas cosas se trataban de claramente su celular y su cargador.

John le contó lo hiperactivo que era Michael sin su celular y los problemas que daba, por eso le pidió que le trajera algún tipo de distracción para el.

Mientras Henry estaba de camino, Michael miraba de reojo a John. Estaba aburrido, adolorido, triste y con ganas de ir al baño. Como básicamente la mitad de su cuerpo estaba escayolado, estaba claro que no le iban a dejar ir al baño solo por lo que prefirió callarse.

Al cabo de unos minutos mirando al enfermero de reojo, el mayor se giró y Michael apartó la vista rápidamente ya que sería incómodo que notase que le estaba analizando con la mirada.

John ignoró ese movimiento brusco qué había hecho el adolescente malherido y miro su reloj de pulsera. Se levantó y se dirigió a la puerta pero antes de salir le dijo algo a Mike. -Me tengo que ir Michael, es mi hora de descanso, volveré en una hora.-

Antes de irse Michael le detuvo con un "espera" y le preguntó una pregunta un tanto privada.

-John... ¿A donde vas en tus horas de descanso?- Esta pregunta la hizo por puro aburrimiento y una pizca de curiosidad.

John se quedó en silencio unos segundos y le respondió. -...Casi siempre suelo sacar a mi perro o darle mas comida, ¿Porqué la p- Michael le interrumpió.

-¿Como se llama tu perro?-

-Tommy.- (gracias a mi amol Evancito por el nombrecito bonito 😈)

-¿Tommy?-

-Si, Tommy.-

-¿Puedo verlo alguna vez?- Preguntó Michael un poco entusiasmado.

John le sonrió y asintió. -Cuando tu quieras, cuando salgas de aquí completamente sano incluso puedes sacarle a dar un paseo si quieres, pero solo si sales sano de aquí.-

-Lo haré, no me moriré sin antes ver a tu perro. No voy a morir.-

-Esta bien si eres positivo pero no cantes victoria tan rápido...- Esta vez John parecía un poco triste. Michael notó esto y pensó en lo peor. Tal vez no iba a salir vivo de esta.

Era un buen momento para hacer una broma y echar a la mierda la tensión.

-No digas eso John, parece que me quieras ver muerto.- Dijo eso para después echar unas pequeñas carcajadas. El mayor le sonrió otra vez y salió de la habitación dejando solo a un Michael que poco a poco fue borrando su sonrisa.

No quería que nadie le diera su riñón, solo quería morirse ya que era una simple carga de mierda. Nadie le había dado información.
No sabía ni quien le iba a donar un riñón.

Lo único que le dejaron decir a John delante de él fue que le iban a trasplantar un riñón, no le dió detalles y no respondió a sus preguntas que tenían que ver con esto.

Simplemente le habían prohibido hablar sobre esto a John y si lo hacía, sería inmediatamente despedido. William es un gran hombre de negocios. Puede sobornar a cualquier persona gracias a su gran manipulación.

Les dió un poco de dinero a cambio de que no le dirían nada a Michael sobre su donante. Todo sería anónimo. También les pidió que mantuvieran a raya a John porque probablemente le contaría la verdad y eso era justo lo que no quería.

Un Infierno Sin Fin (William x Michael)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora