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Ahí estaba Michael.
Apoyado en una pared y atado de pies a cabeza. Llevaba unos 45 minutos ahí sentado mirando su única distracción del aburrimiento. William.

William estaba sentado en una silla enfrente de una mesa de metal bastante grande. Mike supuso que estaba haciendo alguno de sus planos de mierda ya que el papel en el que estaba dibujando era azul.

La pared le tenía machacado. Le dolía la espalda, el cuello y el culo, pero eso era algo obvio ya que estaba en una posición muy incómoda.

Lo peor es que no tardó en empezar a aburrirse. No iba a permitirse quedarse ahí durante cinco minutos mas.

...

William estaba concentrado en su dibujo cutre hasta que empezó a escuchar algún tipo de tela restriegarse por el suelo. Al girarse vio a Michael retorciéndose como un gusano para moverse por la habitación.

Fue la cosa mas graciosa que vio en el día,  incluso se puso a reír. Mike notó esa risa burlona por lo que miró al mayor con molestia. -¡Que!- Chilló haciendo que William se ría aun mas.

Entre risas William intentó decirle algo. -¿A donde vas?-

Michael no le respondió porque tampoco es como si lo supiera.-No estoy cómodo.-
Ignoró las risas de William y siguió arrastrándose por el suelo.

William se levantó de la silla y se acercó al adolescente gusano. Le levantó como si fuera una simple almohada y se lo llevó a su silla de trabajo. Se sentó el primero y después puso encima de sus piernas a Michael.

-¿Estas mas cómodo así?- William preguntó cerca de su oreja y Michael no iba a mentirle. Estaba físicamente cómodo pero no mentalmente.

-No sabría decirte.- El adolescente apoyó su cabeza en el pecho de William y cerró los ojos. Definitivamente no podía estar mas cómodo.

-Intenta no dormirte.- Dijo William volviendo al trabajo. Mike observó durante un rato los dibujos y después desvío su mirada a los dedos de su padre. La mano de William y la manera tan firme en la que trazaba rayas curvas y rectas le fascinaba. A Michael le hubiera encantado dibujar como él pero para eso tendría que esforzarse mas.

Lo malo es que no tardo en empezar a aburrirse. Solo para tener algo de distracción, movió su cabeza de lado a lado restregando su melena contra el cuello y barbilla de William.

William sabía que su pequeñín estaba aburrido pero no le importaba, es mas, quería hacerle sufrir por tirar al suelo una de sus cosas mas preciadas. Su cerveza.
Con hacerle sufrir, William estaba probando algo diferente, como si se tratase de comida, buscaba formas de tortura para su hijo y le hacía sufrir de diferentes maneras.

-Papá.- Llamó angustiado.
William murmuró un "qué" sin apartar la mirada de sus planos. -Estas...exagerando esto.- Dijo Michael refiriéndose a que le había atado de pies a cabeza por media cerveza.

William suspiró.
Michael que pensaba que le iba a dar la razón fue ignorado olímpicamente y él como pequeña venganza, apoyó la cabeza sobre la mesa tapando la hoja sobre la que estaba dibujando William.

Escuchó otro suspiro y vio el lápiz siendo dejado en la mesa. Después de esa acción, William agarró al adolescente de los hombros y tiró de él, volviéndolo a apoyar sobre su pecho. -¿Tanto te gusta joder, eh cariño?-

Michael se sorprendió por ese tono de voz. No era algo que no había escuchado antes pero siempre le impresionaria lo bien y calmado que suena. Le hacía sentirse bien pero también le recordaba a cuando abusó de él y utilizó ese mismo tono.

-A mi también me gusta joderte.- William le acarició la tripa y le respiró en el cuello. Mike sintió la piel de gallina y cosquillas en el cuello. Después el mayor empezó a meter sus manos debajo de la camiseta de su hijo haciendo que así el chico por fin se mueva.

Michael intentó doblar sus rodillas para proteger su abdomen de las cosquillas pero no eran tan flexible. -¡Para!- Le chilló abriendo los ojos y mirando hacia arriba encontrándose con la mirada divertida de su padre.

William dejó de manosearle el abdomen y le agarró de la mandíbula. Después de apretó sus mejillas y sacudió su cabeza. Michael no sabía que pretendía pero de tanto movimiento en su cabeza se estaba mareando. Con otro chillido mal pronunciado por culpa de sus mejillas aplastadas le gritó a William lo mismo que antes.

Esta vez William dejó de molestarle.
Soltó sus mejillas y se relajó en su silla.

...

...

...

Después de un rato, William se movió de la silla y dejó a su hijo desplomado en el suelo. Se dirigió a su querido armario de objetos letales y agarró su martillo con fuerza.

Mientras tanto, Michael ya se estaba quedando dormido si no fuera por el repentino ruido de un martillo martillando algo en la pared.
William estaba clavando algo en la pared pero con su ancha espalda no se podía ver una mierda de lo que estaba haciendo.

Mike como un gusano, se movió hacia él y observó con curiosidad un "gancho"?
Un poco arrepentido intentó retroceder pero fue demasiado tarde. William le agarró de las cuerdas y le ató al gancho. Como un perro.

-¡¿Que estás haciendo?!- le preguntó alarmado.

William apretó tanto el nudo que si Michael intentaba salir de ahí, tendría que arranca la pared. Después se sentó en el suelo mirando a su criaturita. -Aqui empieza tu castigo.-
Michael le miró confuso y después ofendido.

-Papá, porfavor, era solo media cerveza.- Es difícil razonar con William. Sobre todo cuando se trataba de sus bebidas.
-Media puta cerveza.-

William frunció el ceño ante la palabrota y sin pensarlo metió su dedo índice en la boca de su hijo. Mike le miró aun mas confuso y pudo saborear lo saladas que eran las manos de William. En cambio William, notó la lengua de su hijo rodear su dedo y disfruto eso. Fantaseando...como siempre.

-Estas mas bonito cuando no dices esas palabras.- Le dijo William tocando sus dientes y metiendo cada vez mas el dedo hasta tocar su campanilla. Ahí Michael tuvo una arcada y casi le vomita un pulmón encima. William no pudo evitar reír ya que esa arcada fue muy exagerada.

Michael intentó morder el dedo pero por suerte William lo sacó de su boca a tiempo para después mirarle mal. -Chico malo.- William le dió un pequeño golpe en la cabeza y se levantó.

William anduvo tranquilamente y a paso lento hacía las escaleras y Michael al ver esto pensó que le iba a dejar solo. -¿Papá, a donde vas?-

William le ignoró y siguió su camino pero antes de salir del sótano apagó todas las luces y en esa habitación no había nada más que oscuridad. Mike esperó unos minutos para ver si volvía pero ni siquiera escuchaba sus pasos encima suyo.

Al final descubrió por su propia cuenta que William se había ido a dormir en una cómoda cama mientras que él tenía que quedarse ahí en ese frío suelo y pegado a esa mugrienta pared.

Que cómodo.


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⏰ Last updated: Oct 30, 2022 ⏰

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Un Infierno Sin Fin (William x Michael)Where stories live. Discover now