CAPÍTULO 15

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MÁXIMO SMIRNOVA.

Mi vista se paseaba entre los documentos que tenía en mis manos mientras escuchaba los murmullos de los hombres que se encontraban sentados en la mesa rectangular.

Todos estaban expectantes a mis instrucciones para comenzar con la ficticia fiesta para elegir al líder, esta manera para elegir a los mandatarios de las mafia surgió de una idea de mis antepasados para hacerlo de la manera más sangrienta que se les podría ocurrir.

Era de mi entendimiento de que mis tatarabuelos eran de una raza extrema de mafiosos donde ganaba el más fuerte y sádico, el victorioso se dejaba todo los bienes que podría tener el anterior jefe, más de uno murió en manos de los anteriores Smirnova.

Aun recuerdo la vez que ganó Victoria cuando se hizo la autopsia de que mis padres habían sido asesinados, ella tenía veinticinco años y yo veinte cuando asumió, en este momento ella contaba con un año dentro de la mafia al mismo tiempo que yo era colocado en el puesto de mano derecha, irónicamente ambos habíamos nacido el mismo día y habíamos entrado a la vez a la vida delictiva.

Me incliné hacia el costado izquierdo al mismo tiempo que encendía un cigarrillo que tenía en mis manos, desde mi posición veía con claridad como mi hermana estaba destrozando a un viejo decrépito que oso amenazarla de muerte por el hecho de ser hija legítima de Tairon Smirnova, me había mandado mi querida hermana dentro de la casa y explícitamente me pidió que no interfiera en sus golpizas ni mucho menos fuera a pelear contra algún hombre que la lastimara de más.

Sonreí en el instante que Victoria lo degollaba como si fuera un pan recién hecho.

Era una de las pocas que disfrutaba hacer sufrir a sus víctimas sin que sus emociones se interpusieran en su camino, aunque era muy obvio que había alguien muy alejado de ella que daba vueltas por su cabeza pero eso no hacía que no diera miedo en ocasiones cuando se enojaba.

Hacía más de veinte horas que había empezado la prueba para el nuevo jefe o jefa de la mafia Francesa por parte de los Sminorva, en donde mi hermana tuvo que participar como un peón más aunque en mi caso no me permitieron realizar las batallas por el hecho de que era un secreto bien guardado de la familia.

En ocasiones me dolía esa indiferencia por parte de los idiotas que estaban alrededor de mi hermana, todos pensaban que era su mano derecha por la casta diferencia de edad con Vic pero eso no cambiaba que la mayoría quería usarme como cebo para acercarse a mi compañera de aventuras.

Gruñí cuando vi el puño de Calum rozar la mejilla de Victoria al mismo tiempo que ella le devolvía el puñetazo con el sadismo que solamente una Smirnova podría tener en sus venas.

Pero de pronto el imbécil sacó una cortapluma al mismo instante que la empuñaba hacia mí hermana que lo miraba con una sonrisa divertida en sus labios, lo analizaba como nuestro padre nos había enseñado a medida que pasaban los años, él nos preparó contra todo pronóstico.

-Calum Calum- canturreo mi hermana mientras se pasaba la mano sobre la herida en su nariz.

Estaba a nada de ir a poner en su lugar al tipo que tenía entre sus cuerdas a Victoria pero una mano delicada sostuvo mi hombro dejando en claro una advertencia silenciosa de que si me movía correría el riesgo de morir en minutos.

-No puedes acercarte a ella Máximo, sabes que ganará- aseguró Carmen con confianza.

Asentí a su advertencia al momento que aspiraba del cigarrillo que tenía entre mis dedos mientras su humo se fue oscilando hacia delante.

Victoria fue ganadora de la segunda batalla, quedó sobre el cuerpo de Calum al momento que dejaba la cortapluma sobre el cuello de su contrincante con una sonrisa triunfadora al momento que miraba hacía el árbitro que pitó el final de la pelea y su clara ganadora.

Fui caminando hacía mí hermana con una sonrisa en mis labios por la emoción que corría por mis venas, la abrace entre mis brazos al mismo tiempo que ella me devolvía el abrazo con fuerza logrando que aire limpio entrará por mis pulmones.

Ella podía ser una inhumana asesina sin corazón pero nunca me dio la espalda.

Giramos sobre nuestro eje al momento que todos los hombres que habían quedado en pie sin ningún rasguño aunque otros tenían sus ropas rotas ensangrentadas y un par de vendas que se veían de lejos nos observaban.

-Con ustedes la nueva reina de la mafia francesa- gritó el árbitro con una felicidad ficticia pero contagiosa.

Volví a la realidad cuando escuche la risa estruendosa de unos de los hombres de mi hermana, los analice con el ceño fruncido al momento que Ryan reía por la foto de uno de los mafiosos que teníamos la tarea de analizar sus informes que nos hicieron llegar cuando convoque la fiesta.

Sin lamentaciones. Sin disculpas fingidas que no me interesaba recibir en lo absoluto.

-Chicos por favor no se reían de los veteranos que quieren aspirar a un puesto más elevado del pobre que tienen ahora- les rogué aguantándome la risa por el nombre que estaba leyendo.

Delante de mí estaba el nombre de Calum Petrova que se había postulado como jefe, analice sus palabras escritas donde aseguraba con su vida que estaba preparado para gobernar sobre nosotros, me hacía reír sus palabras de hombre con honor cuando hace días lo vimos hacer tratos con el Boss, todavía me daba vueltas por la cabeza cómo había logrado tanto el hombre de edad cuando su heredero estaba del otro lado de la línea.

-Háganse cargo para transportar los papeles de Vic entre estos documentos, bajo el nombre de Pietro Bruno- les hice saber colocando los papeles que tenía en mi mano uno sobre el otro para seguir con los demás.

La puerta de la sala se abrió de golpe dejándome ver una Victoria que venía llena de sangre mientras a la vez llevaba una cabeza de cordero que ella misma había comprado para luego asesinarlo.

Nunca me metería en medio de la metodología de las mujeres cuando estaban enojadas por el simple hecho de que era una zona que no me convenía estar en lo absoluto.

-No voy a preguntarte porque asesinaste al pobre animal pero tengo información sobre tu Malenkiy soldat- "Pequeño soldado" le dije con una sonrisa cruel en mis labios.

Por primera vez en el día vi cruzar un brillo en los ojos de mi hermana pero fue casi efímero, sabía que le dolía saber que Alexander amaba más su trabajo que ella pero Victoria nunca estaría preparada para dar su corazón a alguien que no sea a mí.

Ella era una flor delicada que se fue enjaulando entre espinas que la protegían de los demás y jamás salió de vuelta.

La vi pasar por delante de los chicos que la miraron con el mismo sadismo y locura que mi hermana desprendía, todos aquí tenemos demonios que nos aguardaban en lo más profundo esperando a salir para destruir, ignore el rumbo que tenía mis pensamientos al momento que sentía como Victoria tomaba lugar a mi lado en completo silencio, ojeo los documentos que tenía frente a mí y se río a todo pulmón cuando leyó el nombre del hombre que estaba detrás de su cabeza.

-Alexander tiene la idea de meterse en las pruebas para convertirse en Jefe, como ordenaste todo está listo para que crea y compruebe que la persona que estaba en esa celda eres tu, Carmen hizo lo que se le pidió logrando que se quedara con la dirección- le hice saber.

Ella me miró con la mirada esperanzada para que le diga lo que tanto quería escuchar pero no podía asegurar que él la quería o solamente fingía hacerlo por lo que simplemente sacudí la cabeza en un gesto negativo, Victoria lo comprendió y simplemente asintió a mi informe al mismo tiempo que me sacaba la mirada de encima.

-Puede ser que nuestros padres estén vivos- largue la información con rapidez.

El Adiós Dorado 1LWhere stories live. Discover now