CAPÍTULO 40

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VICTORIA SMIRNOVA.

Un mes me llevo esperar a que el idiota de Luke consiguiera llegar a la casa de Miles sin que sus guardias lo acribillaran como a un pajaro herido.

Mi plan había sido reprogramado desde ese día del 28 de junio cuando lo hice conocer frente a la masacre de personal logrando que los hombres que tenía mi padre dentro de las tropas de Miles se fueran a comentarle que su hija había entrado en un estado maníaco porque no tenía sus dosis diarias.

Le llegaron puras mentiras que yo cosí a su alrededor para darle a entender que conmigo no iba a ser fácil, él sabía que su orgullo estaba a la altura y en realidad no me interesa su gratitud ya que a fin de cuentas él esperaba que lo asesine, me lo repetía cuando era niña y por lo que se a Luke también se lo ha comentado.

El espera que una de sus creaciones lo asesine para que la frase que le gusta cobre vida: El alumno supera al maestro y le daría el gusto.

Me daba gracia que pensaran muy en el fondo que todo empezó cuando fui a esa comisaría, vengo planeando la destrucción de mis padres desde que prácticamente supe que estaban vivos hace tanto tiempo que ya perdí la cuenta, Alexander era el elemento perfecto para sacar al Boss de la oscuridad y hacerlo batallar contra una mujer por simple odio que siente por mi apellido para después destruirlo.

La muerte de mi madre fue fácil ya que mi padre la dejó sin protección el día que ayude a Vital a salir vivo de ese atentado en el banco, mande a Luke a matarla sin mucha complejidad ya que en ese momento él no era peón de mi padre y fue él mismo quien me dijo que en este momento Tairon me buscaba.

Sabía de su existencia mucho antes de que a mi padre se le ocurriera la brillante idea de hacerme creer que había muerto, además aún recuerdo los documentos que saque de la oficina de Vital, entre ellos venían unas fichas de nombres donde aparecía Luke Turner quien era buscado por asesinato en conjunto pero gracias a mis influencias logre sacarlo de la mira de los buhós con velocidad sin que nadie se diera cuenta de tal arrebato.

Como dije al principio, me gustaba tener tanto poder como para hacer desaparecer cada cargo que incriminan a mis compañeros de guerra, Nicolás siempre estuvo de mi parte desde siempre y como se enteraron anteriormente sabía de su traición pero no contaba con algo que sucedió hace tiempo.

Me enamoré de Alexander Vital, pero no podía ser mío y tenía que vivir con eso aunque el puñal se retorciera en mi corazón mientras veía como se paseaba con Isabella, me dolía saber que lo torturaban pero su sufrimiento no era semejante al mío.

Sacudí la cabeza cuando las emociones se hacían presentes, en la única cosa que no había mentido había sido que si tenía efectos secundarios por la droga pero tenía la fuerza necesaria para estar con medicamentos saludables pero no estaba exenta de que algunos episodios se vuelvan  incontrolables logrando que solamente con sedarme se me pasará, me habían roto de la peor manera que podrían hacerlo con una niña pero eso ya no me interesaba aunque siempre pasaba por mi mente las veces que me vieron como un experimento y no como su hija.

El ruido de la puerta abrirse saco mi mente de las escenas terroríficas las cuales había sido partícipe sin que yo quisiera, observé como Mckayla entraba en la sala con una fila de hombres uniformados que parecían ser lo que estaban alistados como los mejores en la lista, me había tomado muy en serio la parte de buscar a los mejores en las diferentes Elites que habían alrededor de Rusia, por lo que me sorprendió encontrarme con poco personal pero tampoco era que necesitaba un ejército en sí.

Me levanté de mi asiento al mismo tiempo que veía a Mac salir de la sala en completo silencio, mi estatura me jugaba una mala pasada ya que los hombres que tenían frente a mí pasaban el metro ochenta pero en ese instante me di cuenta que me tenían más miedo a mi que a otro ser en la tierra.

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