CAPÍTULO 43

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VICTORIA SMIRNOVA

La maldita peluca me provocaba dolor de cabeza pero verle la cara de enamorado a Vital no tenía precio, pero mientras sus miraditas aumentaban mis ganas de golpearlo crecían de igual manera.

-Como sabrán Luke me llamó en el momento que le encomendaron buscar un equipo equipado para acabar con dos personas- comente con una sonrisa cordial.

Sentía la mirada del idiota encima mientras se encontraba sentado en la punta de la mesa cómo dueño y señor logrando qué mí sangre burbujeara de la rabia pura qué me daba verlo tan tranquilo pero el odio le daba paso a la diversión cuando veía cómo Isabella buscaba su atención con pequeñas insinuaciones.

-Señorita Smith me encantaría saber cómo Luke encontró su paradero, no es qué dude de los talentos de sus hombres pero me causa intriga que él pudiera encontrar a una mujer mafiosa con tanta velocidad- mencionó Farag con desprecio hacia mí persona.

Mi ceño se frunció al momento qué hallaba la ironía en sus palabras, lo qué le causaba repugnancia era saber qué una mujer estaba al cargo de un cuartel cómo el Smith Compañia, aunque lo comprendía, hasta yo me sorprendí cuándo supe del alcance qué tenía la mujer la cual había buscando Luke con velocidad, la pobre anciana buscaba un lugar en donde descansar y qué mejor qué una buena casa, con buena vida para terminar con su vida de lujos.

No me costó tanto convencerla de su retiró cuando le mostré mi extenso currículo obviando la parte donde efectivamente salía a la luz mi vocación de nacimiento, con ello conseguí qué me diera su empresa a cambio de sus merecidas vacaciones, aunque claramente no le dije la parte donde hacía pasar su humilde empresa de telas a un lugar donde los máximos mafiosos podrían ir en busca de sicarios, me pareció un dato insignificante que contar.

Pero con la verdadera Kiara Smith fuera de la ciudad no tenía problema alguno en seguir con mi farsa para sacarme de encima a Máximo junto con su condenada familia de porquería.

Examiné su semblante calmado al mismo tiempo que colocaba mis manos sobre la madera para luego sonreírle con ironía, en ocasiones me da igual lo qué hombres pensaran de mi pero eso no significaba qué dejaría qué quisieran aplastarme con la punta de su zapato.

-Disculpe mi atrevimiento pero me parece muy denigrante su pregunta,  por él simple hecho de qué sea mujer no le da el derecho para siquiera tratar de humillar mi trabajo delante de sus socios, si desconfía de mi equipo me iré por donde vine y sinceramente no me interesan sus disculpas porque sé de antemano qué no son más qué palabras vacías qué malgastan mi tiempo- le dije con desdén.

Mis chicos se pararon de golpe al mismo tiempo qué Luke preparaba el arma qué estaba entre sus ropas, los cincos hombres con delicadeza mostraron sus defensas al mismo tiempo qué seguían mis pasos hacía la puerta pero antes de llegar una mano de apodero de mi muñeca pero cuando giré sobre mis talones vi cómo cinco rifles descansaban sobre el cuello de Alexander pero no le importaba al parecer ya qué su mirada no perdía la mía en ningún momento.

-¿Se le ofrece algo Señor Vital?- interrogue con la mirada puesta en él.

Algo parecía que había comenzado a brillar desde el momento cero en qué sus orbes vieron los míos y lo detestaba porque yo no lo salvaría de su destino por el simple hecho de qué no me interesaba lo suficiente o si lo hacía pero no quería aceptarlo.

-Necesito qué te quedes conmigo- comunicó.

Todo mi alrededor se quedó en silencio al mismo instante qué veía cómo los hombres de Tairon colocaban armas sobre las cabezas de los rivales qué en ése momento éramos nosotros, no me convenía provocar un escándalo en medio de personas qué podían destriparnos en cuestión de segundos sin problema por lo qué suspiré con resignación al mismo tiempo qué sacudía la muñeca consiguiendo qué el idiota me soltará.

El Adiós Dorado 1LDär berättelser lever. Upptäck nu