Summer nights - [MinJoong]

❈•≪03. Una noche de karaoke y otras interacciones≫•❈

Trabajar en una cafetería no era tan sencillo como lo ponían en algunas películas, tampoco era tan caótico. Eso sí, en vacaciones era notablemente complicado. No sabía si su nivel de estrés en esta época era mayor o menor.

Y en la cadena que él trabajaba, manejaba una cantidad de clientes amplia y con la llegada del verano, muchas personas ingresaban para disfrutar de una bebida refrescante, simple y del ambiente climatizado. Y su función principal, lamentablemente no era la atención de clientes y toma de pedidos. HongJoong rogó para que lo fuera, pero no, el gerente decidió que se desempeñaría mejor en la parte trasera. Encargándose de las bebidas.

Si se dejaba de exageraciones, su función no constaba de mucho más que coger diferentes tamaños de vasos, colocar una cantidad desorbitada de hielo y luego verter la mezcla del líquido que hayan solicitado. Cualquiera sea. Sencillo, siempre y cuando tuvieran la afluencia de clientes regular. Y en su horario, de 7 a 11 de la mañana, solía preparar en un aproximado; 200 bebidas. En su mayoría los tipos no variaban, las personas tenían gustos específicos y las bebidas populares eran las que tenían mayor demanda, lo que hacía de su tarea menos compleja, parcialmente. Porque habían algunos clientes que exigían menos azúcar, menos hielo, que no tuviera tanto grumos cierto batido, que la espuma fuera menor, no tanto jarabe, más jarabe, que su bubble tae contenga muchas perlas y de esa manera, los requisitos le llegaban por montones. Poniéndolo a veces en un estado acelerado.

Y en esas cuatro horas, preparaba más bebidas de las que estaba acostumbrado porque si bien le habían dicho que el peor horario era entrada la tarde, la mañana no era el mejor tampoco. Ellos recibían muchas personas que al parecer gustaban de madrugar. Sin embargo, no se quejaba. Eso era bueno para su bolsillo. Tenía mejores ingresos de los que tuvo el año anterior al trabajar en la bodega de un tienda. Y al ser un universitario con gastos, dichas ganancias le venían excelente porque honestamente, no podía esperar que sus padres atendieran todas sus necesidades cuando estaba en sus plenas facultades y suficiente aporte hacían al pagarle su carrera. Que barata no era.

Pero el cansancio de esas cuatro horas que aparentaban no ser relevantes, se sentían una vez dejaba de estar en constante movimiento y particularmente, una vez se hallaba en la parada. Porque su trabajo quedaba a dos horas de su universidad, no parecía mucho hasta que debía caminar de la entrada hasta su residencia y el tiempo se extendía a casi dos horas más. Los estudiantes que tenían autos o motos estaban desde sus ojos, privilegiados. Y nadie podría hacerle pensar lo contrario.

Eran cerca de las cuatro cuando llegó a su unidad, su bebida se había acabado a mitad de tramo y sus piernas rogaban por descansar un momento. Por lo que dejó de dar tantas vueltas y se encaminó directo a su habitación, de la cual provenían risas. Y al ingresar se topó con su compañero, un sujeto alto que desconocía y su amigo que descansaba cómodamente sobre su cama.

Si bien el saludo que pronunció fue bajo y un tanto arrastrado entre sus dientes, todos le respondieron con exclamaciones guturales sin forma. Y con su aporte social concluido, se tiró sobre su mejor amigo sin consideración. Después de todo, las camas estaban capacitadas para que una persona las usara. No había otro espacio que pudiera ocupar y además, ¿por qué debería pedir permiso cuando repetía, se trataba de su cama?

Eso no evitó que SeongHwa soltara un quejido sincero por su brusquedad.

—Yah, mi espalda.

Él sólo lo ignoró y colocó su cabeza sobre el hombro derecho impropio, se le hacía difícil hallar una posición en la que estar. Su indiferencia y constantes movimientos terminaron por hartar al castaño que con un resoplido, se apartó y terminó en el suelo. Cediéndole el espacio por completo.

—¿Tienes planes para el resto de tus vacaciones, Hong?

Ante la pregunta del rubio, el susodicho tuvo que girar su cabeza para poder enfrentarlo de manera adecuada. Incluso en la suavidad de la superficie, él frunció su expresión en una pensativa.