❈•≪21. Citas e identidades descubiertas≫•❈

382 45 35
                                    

Dos día después de haberse reunido en la azotea, el par discutió con mayor seriedad el tema pendiente de su cita. La conversación al respecto fluyó con facilidad, aunque al principio estuvieron un poco nerviosos, lo resolvieron bastante rápido y lograron ultimar dónde sería el sitio de encuentro y el horario en el que se verían.

Pero ahora que el estudiante de modas estaba allí, no podía dejar de moverse. Si no cambiaba el peso de su pierna a la otra, empezaba a jugar con su labio inferior. Increíblemente nervioso. La sensación de déjà vu era fuerte también, pero con lo inquieto y emocionado que se sentía, apenas le prestó atención. Es más, ni siquiera registró las miradas que algunos universitarios le dieron por lo extraño y llamativo de su comportamiento.

Su mente era un desastre y a pesar que WooYoung aprobó sus prendas, muy en el fondo no paraba de cuestionarse si no eran demasiado. Mordiéndose la uña del pulgar, inclinó la cabeza hacia abajo y se examinó por quinta vez. El clima hoy era infernal, aún si ya eran las cuatro de la tarde, el sol era sofocante y ardía como fuego sobre la piel. Según informaron los profesionales, tenían temperaturas de 34 grados en la capital. Motivo por el cual decidió ponerse algo ligero, vistiéndose con unas zapatillas, unos pantalones de mezclilla azules, oscuros y con grandes roturas, mientras que en la parte superior llevaba un crop top marrón, también oscuro para mantener el bloque. Y en su dormitorio, pensó que era una buena elección. Si no realizaba movimientos grandes, la tela delgada le cubría hasta el ombligo. Contrario a si tenía exabruptos, que revelaba parte considerable de su abdomen.

Y no era un tema que le incomodara, él estaba a gusto consigo mismo. En realidad, el "inconveniente" radicaba en si no era eso muy descarado. Porque seguro, quería impresionar, pero tampoco deseaba exagerar en el proceso.

¿Qué más daba? Se dijo en algún punto de su debate innecesario y mientras pateaba una piedra. Así es cómo era, la manera en la que vestía y eso no tenía que ver con nadie. Además, en otras ocasiones había sido más descarado. Si a alguien le molestaba, ese no era problema suyo.

Abanicándose la cara con una mano, se recostó en el muro a sus espaldas e internamente se regañó por pensar en exceso. Se supone que debía corregir esa actitud, no perpetuarla en tonterías insignificantes.

Y lo único positivo que pudo sacar de encontrarse absorto, es que en verdad consiguió distraerse al extremo de que, lo siguiente que supo, fue que alguien estaba gritándole en el oído. En una reacción meramente instintiva, cerró una de sus manos en un puño y lo impactó en aquella alta figura. Cortándole la risa de inmediato.

—Carajo, ¿por qué rayos hiciste eso?— cuestionó el peliazul, sobándose el pecho con una honesta mueca adolorida.

—¿Yo?— preguntó en un tono agudo, cargado de indignación y con las cejas curvadas—. Fue tu culpa, imbécil.— continuó con mayor aspereza, volviéndolo a golpear—. Te dije que dejaras de acercarte de ese modo.

—De acuerdo, de acuerdo, lo siento. No te enojes.— murmuró en calma, acercándose para rodearlo con los brazos—. Intentaré ya no hacerlo.

—No lo intentes, hazlo.

Riéndose, el bailarín asintió pero no dijo más. En cambio, puso ambas manos en sus hombros y tomó distancia para poder mirarlo. Sus ojos le recorrieron el cuerpo con libertad y dejaron al descubierto la fascinación que brilló en ellos.

—Luces increíble, bonito.

Inclinándose, el moreno le dio un beso corto y en cuanto se alejó unos centímetros, produjo un sonido apreciativo mientras se relamía los labios. HongJoong no reparó demasiado en su acción y se halló dispuesto a darle un cumplido de regreso, pero ni siquiera llegó a entonar la primera palabra cuando MinGi volvió a juntar sus bocas. Sosteniéndose de sus bíceps, correspondió sus movimientos.

Summer nights - [MinJoong]Where stories live. Discover now