Summer nights - [MinJoong]

❈•≪13. Burlas y compensaciones≫•❈

Al final, HongJoong nunca fue interrogado por nadie. Tampoco fue molestado de ninguna forma cuando a la mañana siguiente de su desliz, se encontró agotado en el interior de la van y de regreso a Seúl. No hubieron menciones del tema o bromas. Sólo música que llenaba al ambiente y cuerpos quejumbrosos desplomados en sus asientos.

Fue gracias a la falta de reacciones, miradas curiosas o preguntas de cualquier tipo, que pronto pudo comprender que los amigos de MinGi estaban enterados. Era bastante evidente una vez lo consideraba. Eso sí, no sabía qué tanto les había compartido, pero una cosa era segura y es que no los mantenía al margen.

Aparentemente el bailarín resultó ser alguien más trasparente de lo que estimó. Y esa era un cualidad que debía reconocerse.

En otros aspectos más comunes y generales de la vida, volver a adaptarse a la anterior rutina que tenían antes de romperla en cuestión de tres noches, costó más de lo que pudieron anticipar. Pero no era tan sorprendente cuando en esos cortos días en Naksan se la pasaron desvelándose en conjunto, llegaron incluso a ver dos amaneceres. Una hazaña de la que no se arrepentían, la experiencia había valido la pena.

Pero cuando a todos les tocó reintegrarse a sus horarios de trabajo, no lo hicieron con el mayor de los entusiasmos o con siquiera una buena cara. En el caso de HongJoong, él no tuvo ni un día para intentar acostumbrarse a la normalidad, apenas se halló de regreso en su dormitorio, debió alistarse para salir camino a su turno en la cafetería. Exhausto no era una palabra que lograra abarcar lo destruido que se sintió para cuando cumplió con la mitad de su tiempo allí. Era tan obvio para sus compañeros su falta de descanso, que recibió un par de preguntas al respecto. El horario matutino solía serle difícil pero eso ya era otro nivel. Se veía sin vida, según le comentaron. Pero esas eran las consecuencias bien conocidas que un viaje dejaba en uno, el lado positivo de la situación, es que nunca se prolongaba innecesariamente. Para cuando quisiera acordarse se sentiría renovado.

O eso ansiaba.

En los dos días siguientes se aseguró de recuperar su energía y comer de manera apropiada, había sido suficiente de comida chatarra y snacks sin ninguna propiedad nutritiva. Necesitaba alimentos sólidos y que le dieran a su organismo vitaminas, minerales, aminoácidos, nutrientes y todas esas cosas de las que no tenía idea alguna pero siempre escuchaba hablar.

Por lo que se encargó de hacer las compras y reponer lo esencial, frutas incluso, pero no demasiadas. Eran muy caras para darse el lujo. Siguió las recomendaciones de SeongHwa también y se trajo consigo algunos productos de limpieza. Según las observaciones de su amigo, a sus cristales le hacían falta atención. Fue así que todo el día del miércoles se lo pasó de limpieza, no sólo en su habitación, sino que también en su espacio común y entrada. Fue minucioso pero no comprobó cada pequeño rincón, para decepción del obsesivo castaño.

Para el jueves se sintió menos fatigado, su jornada en la cafetería no fue aplastante y sus ánimos eran tales que se permitió dar vistazos por algunas tiendas en su vuelta al campus. Si bien no pudo comprarse nada, apuntó mentalmente algunos materiales que le interesaba adquirir. A sus ojos tenían mucho potencial, además de que le serían útiles para su siguiente semestre.

Y en el pasar de esos días se mantuvo en contacto con MinGi por mensajes. A veces sus conversaciones no se extendían más allá de unos saludos cruzados y breves comentarios de cómo habían transcurrido sus tardes o qué habían hecho en ellas. En otras ocasiones sus intercambios fueron más cortos y simples, ya sea recomendándose canciones o mandándose stickers sin ningún tipo de contexto previo. Lo que era un poco tonto pero estaba bien, seguían mostrándose interés incluso de esa manera.

Con la llegada del viernes y luego de invertir parte de su tarde con WooYoung en el sofá de su espacio común mientras veían películas al azar, es que recibió un nuevo mensaje del moreno. Y a pesar de estar habituado a éstos, se atrapó a sí mismo con una pequeña sonrisa emocionada en los labios.