❈•≪04. Inactividad agradable≫•❈

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HongJoong se había arrepentido de salir de su unidad, ese sábado estaba siendo demasiado insoportable y caluroso. Llevaba unos pantalones cortos pero con la humedad en el ambiente daba lo mismo y hasta parecía que sus piernas estuvieran cubiertas.

Caminar hacia el edificio 505 se sintió como una desventura completa desde el inicio. Apenas puso un pie fuera quiso sacar el móvil de su bolsillo y decirle a KyungMoon que no se pasaría por su dormitorio, pero al recordarse que eso no lo haría un buen amigo y que hace semanas no se veían, retuvo el impulso. Veinte minutos de caminata serían recompensados con un espacio ventilado y cómodo. Valía la pena.

Y apenas llegó se dio cuenta de que en efecto, había sudado un poco. Algunos pelos de su cabellera se encontraban pegados a su frente y su piel era desagradable al tacto. No lo suficiente como para querer ducharse por tercera vez pero si tenía que ser honesto, preferiría no sentirse de esa manera.

—Espero que me ofrezcas algo refrescante porque el clima apesta.

Sus palabras apenas la puerta le fue abierta, su amigo de oscura cabellera café le miró con las cejas en alto antes de hacerse a un lado y permitirle el paso. Su cabeza se sacudió con exagerada lentitud, mostrándole lo ofendido que había estado con su actitud poco amistosa tan temprano en la tarde.

—¿No sabes que para algo existen las botellas de agua?

Orgulloso de lo bien que conocía al contrario, HongJoong no se demoró en dejar al descubierto su brazo derecho y con innegable altanería le mostró la botella que había traído consigo y que ahora se encontraba vacía. Podía tener comportamientos cuestionables cuando se hallaba al borde de una entrega importante o cuando tenía bloqueos creativos, pero lejos de esos contextos, procuraba hidratarse con regularidad.

KyungMoon le dio una mala mirada antes de acercarse y quitarle la botella para tirarla. Su risa le hizo resoplar. Sintiéndose satisfecho con las reacciones conseguidas, se dispuso a deshacerse de sus zapatillas. Sus pies agradecieron la libertad y el contacto con la superficie del piso. Habituado a ese espacio, se dirigió al pequeño sofá en el área común y sonrió con agradecimiento apenas tuvo un vaso de limonada con mucho hielo en sus manos. Eso era lo que necesitaba.

—¿Y tus compañeros?

La unidad 477 en el cuarto piso se encontraba silenciosa, lo que era extraño, porque era de las más ruidosas en ese nivel.

—No están, ayer se fue uno de los últimos.— le respondió sin un tono en particular, estirándose para coger el control de la televisión—. Es aburrido quedarse sin nadie aquí.

—¿No está en tus planes volver a casa de tus padres?

—No lo estaba hace unos días.— confirmó con un rápido ademán de su mano izquierda—. Pero creo que lo consideraré, mis amigos también piensan visitar a los suyos así que, seguiré la corriente supongo. ¿Qué otra cosa podría hacer?

—¿Intentar un retiro espiritual?

Su sugerencia no fue bien recibida y por eso se encontró con una mano en sobre toda la extensión de su rostro, la petición nada amable por que se callara acompañó la acción y si bien el empujón que se le dio fue insignificante, exageró un quejido.

—Puede resultar en algo bueno, te quitaría estrés y...

—¿No te dije que te callaras?— interrumpió el impropio, sus labios apretados y una de sus cejas en una curva inquisitiva. Él sólo se hizo el tonto y sacudió sus hombros—. ¿Tú qué hiciste hasta ahora? ¿Molestar a SeongHwa o encerrarte en tu habitación?

—¿Crees que son mis únicos intereses en esta vida?

Su amigo se rió de manera sincera—. ¿Acaso no?— preguntó. Sus ojos volvieron hacia la pantalla de la televisión y a su inconclusa búsqueda por una serie—. Fue lo que hiciste el año anterior.

Summer nights - [MinJoong]Where stories live. Discover now