❈•≪07. Ilusión momentánea≫•❈

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—¿Al fin tienes tiempo para mí?

Eso fue lo primero que HongJoong le dijo a SeongHwa en cuanto éste le abrió la puerta y le dio ingreso a su unidad. El alto resopló con su comentario y se dejó caer en su sofá.

Su mejor amigo vestía prendas cómodas, una remera gris, simple y con un estampado clásico de la Torre Eiffel en el centro, mientras que en sus piernas portaba unos pantalones cortos, negros y holgados. Su cabellera castaña estaba esponjada por la humedad pero a grandes rasgos, se veía bien.

—¿Y cómo les está yendo?— preguntó luego de sentarse a su lado en la sala común—. No compartes mucho.

La mirada falsamente malhumorada de su amigo desapareció, sus ojos se desviaron de los suyos unos insignificantes segundos antes de que volvieran a corresponderle. Un hábito nervioso que conocía de manual.

—Bien, supongo.

Sus ojos se estrecharon—. ¿No sabes cómo van tus propias citas?— cuestionó, incrédulo.

—Salimos siempre que el resto lo hace también, no puedes llamar a eso "citas".— respondió y con sus dedos hizo el gesto de comillas—. Pero está bien, de todos modos no nos conocemos hace mucho, ¿ya lo olvidaste?

Si tenía que ser honesto, recordaba lo esencial. Pero en su defensa, SeongHwa empezó a hablar de MiSuk cuando se encontró atascado y casi despedazado por un agotador período de exámenes. A duras penas su cerebro podía registrar el día en el que estaba, que la verborragia emocional de su mejor amigo se almacenó a parches.

Sabía que la chica era de la misma edad que el castaño y si no se equivocaba, estudiaba marketing. La conexión entre ellos se debió a Yeong y no a WooYoung como en una primera instancia, producto de su desorientación, creyó. El rubio ni siquiera era amigo cercano de la chica, tenían una buena relación eso sí.

Ahora, si el estudiante de administración le comentó algo que tuviera que ver con sus gustos o sobre aspectos todavía más específicos que esos, en su memoria no había ninguna información al respecto.

—Aún así puedes invitarla, ¿lo sabes, no?

Ante la sugerencia el castaño se mostró dudoso, comentándole que no estaba seguro de que eso fuera una buena idea, de momento al menos y dicha inseguridad no tenía relación con su atractivo, por el contrario, era consciente de éste. Sabía que el motivo principal a que tantas personas se le acercaran se debía a su rostro. Su inexpresividad temprano en la mañana poco tenía que ver y su personalidad revoltosa es algo que exponía en un círculo de confianza, no en sus ajetreadas clases.

También estaba el factor de que cuando a SeongHwa le gustaba alguien, se volvía demasiado consciente de sus sentimientos y de la posibilidad de que, o podían ser correspondidos o rechazados. Esa constante incógnita de la que no podía obtener una respuesta a menos que corriera un riesgo, le impedía ir sobre la marcha y disfrutar.

Porque estaban aquellas personas que eran despreocupadas y osadas como otras que eran más prudentes. Si tenía que poner a su amigo en una casilla, sería en esa. Lo que encontraría bien si no se preocupara en exceso.

Pero él no podía ser de mucha ayuda tampoco, no sabía cómo eran esos dos cuando pasaban tiempo juntos o de siquiera cómo eran sus conversaciones. Sólo había compartido un mismo espacio con ellos en tres ocasiones únicamente. En la primera fue por casualidad y al pasar, en la segunda cruzaron saludos de manera superficial y la última vez tuvo lugar en el cine. Donde no les prestó el mínimo atención. Por la sencilla razón de que no tenía idea de que ellos estarían y además, fue con las intenciones de divertirse en grupo. Su enfoque estuvo disperso en todos los involucrados. Daba igual si fue a mayor o menor medida.

Summer nights - [MinJoong]Where stories live. Discover now