Capitulo 14 🥐☕

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Cuando entró en su apartamento, una semana después, sintió como pudo respirar mejor. Si bien el ambiente en su casa olía a óleos, diluyentes y a algo de polvo, era su hogar y volver era reconfortante.

Se percató de que aun tenía tiempo para llegar a casa de sus padres así que se dedicó a limpiar un poco la suya. Recogió un par de prendas de vestir del sofá, guardó los lápices y la libreta que estaban en el comedor y desempolvó y aspiró todo.

La duda de si seguiría vivendo allí golpeó sus pensamientos. No sabía, a ciencia cierta, como reaccionarían sus padres. Si bien es cierto que, entre los hermanos, él era el más intranquilo, nunca había hecho algo realmente malo. Aunque sigue considerando que huir fue la mejor opción, teme las represalias.

Podían quitarle todos los lujos como el apartamento, su vehículo y las tarjetas y echarlo a la calle. Esa idea sonaba tentadora en su cabeza porque, aunque la daba miedo, podría experimentar lo que era vivir por su cuenta por primera vez.

La otra hipótesis era que lo podían obligar a volver a la casa familiar. Se estremeció de pensarlo. Recuerda que, cuando lo aceptaron en la universidad, pensó que por fin viviría solo, sin embargo su familia tenía otros planes.

Alegando que no vivían tan lejos del campus, dijeron que él podía ir y venir. Quisieron asignarle un chófer pero luego de un berrinche aceptaron comprarle un vehículo. Pasó todo el primer año ejecutando todas las estrategias posibles para que le dieran la libertad y la última carta que jugó fue aprovechar la felicidad de su padre por el cumpleaños de su pequeño para pedirle un apartamento tras un "pide lo que quieras".

Si volvía a casa significaba que debía dejar todo lo que había construido hasta el momento.

Su teléfono empezó a sonar y en la pantalla se leía "Yeonjunnie hyung favorito". El miedo invadió su cuerpo porque llevaba una semana sin escucharlo ni verlo (sin contar cuando espió por la ventana) y temía su reacción.

— Buenos días hyung— saludó temeroso cuando descolgó la llamada.

— Buenos días Gyunie, ¿aun estás donde Soobin? ¿Quieres que pase a buscarte?— sin dudas no esperaba una respuesta como esa.

— No hyung, estoy en mi apartamento ahora.

— Igual puedo ir por ti.— Beomgyu quitó el teléfono extrañado y volvió a mirar la pantalla para comprobar si realmente se trataba de Yeonjun.

— Iré en mi vehículo, no te preocupes por mí, nos vemos allá.—

— Está bien pequeño, nos vemos allá, no llegues tarde.— Su voz sonaba desanimada y Beomgyu se sintió algo culpable.

— No lo haré, ya me voy a alistar.— Y dicho esto la llamada se cortó.

Beomgyu sentía que si iba a casa de sus padres en el auto de su hermano mayor reforzaría la idea de no valerse por sí mismo y quería demostrar lo contrario.

Sin mucho apuro se dio una ducha y  escogió un atuendo casual. Agregó algo de maquillaje como bb cream y  bálsamo con un toque rosáceo y peinó sus pestañas y cejas. Todo para verse reluciente y no como si llevase toda una semana durmiendo en camas ajenas.

Al verse en el espejo sonrió y no pudo evitar recordar las palabras de Taehyun el día de ayer por lo que se sonrojó. El mayor no había hecho nada más que un pequeño halago y, aunque estaba medio dormido, darle un beso en la frente que sintió muy cálido. Taehyun lo había cuidado y él no le había dado nada a cambio.

Sacudió sus pensamientos sobre el periodista y tomando todo lo necesario salió del apartamento rumbo al estacionamiento. Encontró su preciada camioneta de doble cabina que había sido abandonada por su futuro dueño y entrando en ella se permitió abrazar el volante como si aquella máquina lo hubiese extrañado.

Usaba una camioneta porque sus materiales de arte podían tener tamaños distintos que claramente no iban a caber en un pequeño carro deportivo como el que usaba su hyung ni en una elegante jeepeta como la de Soobin. Él necesitaba algo que aguantara latas de pintura, lienzos gigantes y cuántos materiales necesitase.

El camino a casa de sus padres fue acompañado por canciones que pretendían levantarle el ánimo y se encontró pensando que, si el del volante Taehyun, él estaría bailando todas las canciones que habían sonado.

"Estás pensando mucho en él, concéntrate Choi" se recriminó.

Llegó a la mansión de los Choi unos veinte minutos después y fue recibido por un portero que estacionó su auto y luego por la agradable ama de llaves que lo llevó hasta el salón donde sus padres y hermano lo estaban esperando.

Secó el sudor de sus palmas con sus pantalones y su cabeza solo reproducía imágenes terroríficas. Necesitaba hacer respiración profunda para calmarse.

La señora y el señor Choi eran grandes empresarios. Todos sus empleados los describían como una pareja de jefes bastante agradables. Sonreían y charlaban con todos y se preocupaban por el bienestar de sus empleados tanto de las empresas como de su propia casa. Nadie podía decir algo malo de esa familia ya que había sido intachable durante generaciones. Todo hasta que al menor se le ocurrió huir el mismo día de su boda justo cuando estaban a punto de llamar a la novia ¿Qué tipo de represalia tendría un acto como ese?

— Papá, mamá, buenos días,— se inclinó cuando estuvo ante ambos progenitores. Luego se giró hasta donde estaba su hermano.— Yeonjun hyung,— otra inclinación leve y tomó asiento en un sofá individual buscando protegerse a sí mismo.

Reinó el silencio por unos minutos hasta que Yeonjun lo rompió.— Señora Kim, ¿podría taerle un vaso de agua a mi hermano? Por favor— pidió amablemente a la empleada que se había mantenido en la entrada esperando una orden.

Una vez Beomgyu bebió el agua agradeció a la señora Kim y los padres le permitieron retirarse a la empleada.

La vista volvía a estar en Beomgyu pero esta vez estaba más calmado.

— Beomgyu, ¿cómo estás?— preguntó su madre con evidente tono de preocupación.

— Estoy bien madre. Siento mucho haberlos preocupado.

— Sentirlo es lo menos que puedes hacer— replicó su padre.— ¿Por qué siempre intentas huir de tus responsabilidades?— recriminó.

Vio como su madre intentaba calmarlo y él se encogió un poco más en su asiento.

— No quería casarme— tuvo la valentía de decir en voz alta.

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¡Hi Moa!

¿Les ha pasado que tienen todas las ideas pero cuando van a escribirla se bloquean? He vivido con esa situación toda mi vida. Por eso, en esta historia estoy escribiendo sobre la marcha y lo hago sin horarios, solo escribo cuando tengo el impulso.

Espero que les esté gustando. No odien al señor Choi, ok? Es un papi preocupado por su bebé. No justificaremos que quizás algunos de los métodos de protección no son los mejores pero no es un villano en la historia.

¡Moatori se despide! ♡

Lumbra | Taegyu Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang