Extra 2 🥐☕

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El pequeño Byeol había rayado todo lo que alcanzaba de una de las paredes del salón con sus crayones. Pensó que sería un lindo regalo para sus papis porque a papá Beomgyu también le gustaba pintar y papá Taehyun siempre halagaba sus obras de arte. Flores, árboles, animales indistinguibles, nubes y una familia, era el mural que decoraba la dichosa pared.

Beomgyu salió de la habitación, luego de haberse dado una ducha, y caminó hasta el primer piso para buscar a su hijo de cuatro años.

— Byeol, bebé, ¿Dónde estás?— lo llamó.

— ¡Aquí papi, aquí!— Oyó que gritaba desde el salón— Hice un regalo para ti y para papá Taehyun.

Cuando Beomgyu vio su preciada pared blanca llena de dibujos sintió que el corazón se le detuvo por un momento. Respiró profundo antes de dirigirse a su hijo. Se agachó hasta quedar a su estatura.

— Papi, ¿te gustó mi regalo?— preguntó curioso el infante.

— Está hermoso, bebé. ¿Esos somos nosotros?— señaló las tres personas de palitos que había dibujado el menor y este asintió.— Eres un artista Byeol, eso lo heredaste de mí.

El niño se sonrojó ante de las palabras de su padre. Si bien, biológicamente sólo era hijo de Taehyun, y físicamente eran idénticos, era la copia exacta de Beomgyu en gustos y personalidad. Kang Byeol era creativo, extrovertido, inquieto, tierno y caprichoso. Desde que pudo hacer cosas por sí mismo su actividad favorita era dibujar y en el refrigerador, habitaciones y oficinas, habían obras que el pequeño regalaba a sus padres.

¿Cómo podía Beomgyu enojarse con su pequeña estrella? No le gritaría, eso nunca y tampoco tenía el corazón para decirle que lo que hizo estaba mal. Esperaría a que pasaran unos días para hacerle saber que habían otras superficies que sí eran aptas para realizar sus creaciones.

Cuando Taehyun llegó a casa era la hora del almuerzo y, buscando a su familia para saludarla, se encontró con el detalle.

—¿Cariño?— Llamó a su esposo— ¿Nuestra pared?

— ¡Sorpresa!— Exclamaron Beomgyu y su hijo saliendo de la cocina.

Byeol corrió a los brazos de su padre el cuál lo alzó hasta cargarlo.

— ¿Lo hiciste tú, bebé? — le preguntó al niño.

— Sí,— respondió orgulloso,— es un regalo para ti y para papá Beomie.

— Es precioso, mi vida, gracias. Aunque creo que debemos tener la charla sobre los espacios.

Beomgyu se le acercó y le dio un beso en los labios.— Esa la tendremos otro día, ahora vamos a comer,— anunció.

En todo el almuerzo se dedicaron ponerse al día y a escuchar a su pequeño contando cualquier cosa que se le ocurriera.

— Mañana tendré que pasar el día en el estudio terminando un pedido, debes quedarte con Byeol,— pidió Beomgyu.

— No hay problema, cariño.— Se giró hacia su hijo,— mañana estaremos todo el día juntos, pequeño.

— ¡Sí! ¡Todo el día con papi Tyun!— Exclamó feliz el niño.

Byeol había sido algo que anhelaban. Tras varios años de matrimonio y éxito profesional, querían tener alguien para compartir eso. La idea del vientre subrogado siempre había estado en sus mentes y obtaron por eso. El donante había sido Taehyun y luego de nueve meses pudieron conocer a su pequeña estrella.

Gracias a la flexibilidad de sus trabajos podían cuidar ellos mismos de su hijo y en caso de que no pudieran, sus abuelos siempre estaban a disposición, además de una estudiante que les servía de niñera en ocasiones.

En la tarde los adultos se sentaron en el patio trasero observando al niño jugar con Haru. Corría de un lado a otro dejando cansado al pobre animal que escapaba de vez en cuando a reabastecerse de agua. El viejo Hobak observaba tranquilamente desde una silla de la que se había adueñado.

— Mi amor,— llamó Beomgyu a su esposo— ¿Qué te parece si tenemos otro bebé?— sugirió.

— Que esta vez se parezca a ti,— fue la condición que puso Taehyun ante la idea.

— Siento que Byeol ha crecido muy rápido y me estoy quedando sin bebé,— se quejó.

— Y si tenemos un segundo también crecerá, cariño.

— Sí, pero quiero criar a mis hijos mientras estoy joven y luego, cuando sean adultos, convertirme en un viejo cool que anda en una moto.

— Lo que tú digas, Beomie.

— Lo sé, lo haré aunque no quieras.

Ambos rieron y Beomgyu colocó su cabeza en el hombro de Taehyun entrelazando también sus manos.

— ¡Papás miren, cometas!— Gritó el niño mirando hacia arriba. En efecto, unas cuantas cometas volaban en el cielo.— ¡Quiero una! ¡Amarilla! No ¡Naranja!— pensó por unos segundos— Mejor dos, una amarilla y una naranja ¡Quiero dos cometas!

— Bebé, calma, compraremos esas cometas mañana, lo prometo,— le dijo Taehyun y vio como se iluminaban los grandes ojos del infante antes de que se marchara a jugar nuevamente.— Creo que le terminaré comprando el país si me lo llega a pedir.

— El director del periódico Saegjo puede hacer eso por su hijo,— se burló Beomgyu.

— Este director no quiere ir a prisión por malversación fondos.

Caída la noche, acostaron al pequeño Byeol en su cama. Se había quedado dormido inmediatamente terminó de cenar porque se había agotado jugando todo el día. Luego, la pareja de esposos se dirigió a la habitación matrimonial. Después de la ducha y completar su rutina nocturna ambos se acostaron en la cama.

— Tyun, sobre el mural...

— Lo sé, me daría pena borrarlo también.

— Estaba muy feliz, incluso fue quien planeó sorprenderte.

— Podemos esperar unos días y decirle que se fue dañando y tuvimos que quitarlo por completo.

Beomgyu sonrió complacido.— Me parece buena idea, tengo un esposo muy inteligente,— le dio un beso al mayor.

— ¿Qué tal si empezamos ahora el plan de tener otro bebé?— preguntó Taehyun tomando de la cintura al contrario.

— Pero cariño, esto no sirve de mucho.

— Claro, nuestros hijos necesitan padres que se amen.

Beomgyu rió ante la ocurrencia de Taehyun y decidió seguirle el juego. Rápidamente se sentó encima de él con las piernas a ambos lados de su cadera y se inclinó lentamente hacia adelante hasta rozar sus labios.

— Hazme un bebé, hyung,— susurró sobre la boca ajena.

— Todos los que quieras, cariño.

🧸

Una curiosidad es que Byeol significa 'estrella' y por eso le llaman "mi pequeña estrella". Si recuerdan, en el capítulo final, Taehyun había comparado a Beomgyu con un sol y a él con una estrella y esos eran los colgantes en sus cadenas. Pues su bebé es una estrella :')

Este es el último extra y, por ende, hasta aquí fue Lumbra.

Pero este no es el final de ustedes y yo. Luego de publicar esto iré a subir el primer capítulo de "Ese alguien". Esta nueva historia es sobre el Yeonbin y será una secuela de esta aunque también puede contar como historia independiente. Se hará mención de personajes que aparecieron aquí y sus inicios están situados en la Navidad del mismo año que el Taegyu comenzó su relación. 

¡Moatori se despide de Lumbra! ♡

Lumbra | Taegyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora