Capitulo 17: Pensamientos Inciertos

5.8K 212 4
                                    

Mientras en el parque…

El chico sentado en un banco fumaba un cigarro tras otro…tenía muy mala cara y parecía perdido. Observaba a los niños con sus madres pero en realidad no veía nada solo se limitaba a pensar en sus cosas.

“Mírame. Cualquiera diría que soy uno de los mejores mafiosos de la ciudad, que he matado a bocajarro, que he violado, que he traspasado las fronteras con mercancías, ¡como me divierte hacer eso! son tan ignorantes los de aduanas…pobres, que me he metido en peleas, que prácticamente he hecho de todo vaya. No me he cortado en nada. Pero ahora mismo parezco un completo mendigo. Un puto y maldito mendigo. Ya es el cuarto cigarro que me fumo, mírame. Fumándome la vida uno a uno, esto va de mal en peor, solo quiero una cosa. ¡Vaya mierda! He pasado de tener una vida sexual plena a directamente no tener, creo que me gustaba más el rollo de poder elegir a la chica con quien divertirme, eso de que te la elijan…no es buen asunto. Pero aun así la deseo, quiero hacerlo con ella pero ya estoy confundido. No sé si es porque siempre hay algo que me corta el rollo o ya es por puro orgullo o también puede ser que…no quiero ni pensarlo, solo sé que me gusta mucho y que me atrae toda ella. Pero nada más, no me lo puedo permitir. Tengo que separar los sentimientos parece mentira que a estas alturas llegue una piba y ponga todo mi mundo patas arriba ¡A mí! Que ya estaba escarmentado. ¡Estoy tan enfadado conmigo mismo! No entiendo porque sus palabras me han hecho tanto daño ¿Causaré yo el mismo efecto en ella? ¡Espero que sí! Todo lo que le he dicho es cierto y ¡pienso cumplirlo! El día que Galván me mande matarla cumpliré mi amenaza, encima se me pone chula…“no tengo ganas de desayunar contigo”… y  “loco desenfrenado, descarriado” ¿Sera posible? Me ha llamado loco no me lo creo.  Y la parte de…“tendrás que volverte a ganar mi confianza” ¿Qué confianza preciosa? Nunca me la he ganado. ¡Será mosquita muerta! Y su parte de sinceridad…bueno a decir verdad esa es la que más me ha dolido por eso me he ido no podía seguir oyéndola, sabía que me haría daño. Sé que en ese aspecto me he comportado como un cobarde nunca actúo así siempre asumo las consecuencias de mis actos pero esta vez era demasiado. Dios como me ha dolido esto…“Pero no te preocupes jamás volveré a ayudarte, jamás volveré a confiar en ti y jamás volveré a preocuparme” no me puedo creer que le haya oído decirlo y… “Has roto con todo” eso sí que me ha dolido mucho. Yo no quería romper con nada ¡Joder! “Has acabado con todo y lo peor es que lo has hecho tu solo. Así que te felicito.” ¿¡Porque!? No me felicites Helena. Necesito respirar estoy agobiado no puedo más. Me siento encerrado en una jaula imaginaria en la que no puedo salir y ella es la única que tiene la llave, ya no sé ni lo que pienso. ¿Jaula? Creo que me estoy volviendo loco. “Eres despreciable. Me das asco, pensaba que eras…un poco diferente a los de tu calaña” ¿Qué se pensaba que era un príncipe azul? ¿Yo? Parece mentira que a estas alturas no sepa cómo soy… “Estas tan ciego que no ves tu propio dolor” ¿Qué querrá decir con eso? Seguro que nada porque prácticamente no me importa una mierda lo que me diga y mucho menos lo que sienta me tiene harto cada vez que quiero portarme bien con ella…pasa algo y no sé si soy yo o es ella o es el ¡maldito destino! ¿Pero qué digo? Si yo nunca he creído en eso…se me está yendo la cabeza por momentos…mírame, sigo fumando y con cada calada que doy parece que la vida se me hace más amena mucho más fácil pero eso no es verdad, tengo en mi casa a la única tía que me quiero tirar y no puedo. ¡Uf! Galván me dio carta blanca pero me advirtió de no hacerla daño. Sé de sobra que si me la tiro le hare daño y no quiero ¡Qué coño! ¿Qué le hago daño? ¡Que se joda! Si, voy a ir directo a su habitación…no, no puedo. Hare el esfuerzo de seguir esperando. ¿Qué hora es? Las…18:30h voy a ir yéndome a casa espero que este más calmada y yo…después de haberme terminado el paquete de cigarros estoy mejor. Nunca he fumado tanto hasta eso me lo ha cambiado…"

En la habitación…

La chica agotada de discutir se tumbo en la cama. Las lágrimas volvieron a salir sin avisar y algo en su interior se apago más de lo que ya estaba. Para animarse se puso la radio  bajita sabia que él no estaba pero tampoco le gustaba llamar la atención. Cada canción parecía estar echa a la medida de su estado de ánimo eso le deprimió mas pero aun así la siguió escuchando, prefería esas tristes melodías que el resonar de las palabras del chico en su cabeza. Las rodillas le dolían una barbaridad incluso le costaba dar pequeños pasos pero el dolor se centraba más arriba, en el pecho, un completo vacio se apoderaba de él, de su corazón. La tristeza era un estado que siempre evitaba y detestaba ya que con ella se veían las inseguridades de las personas pero al parecer no quería abandonarla...

Un disparo a mi corazón. EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora