Capitulo 22: Días de Reflexión (1º Parte)

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Helena despertó a eso de las 2 de la tarde, el dolor de cabeza era insoportable y al sentarse en la cama la habitación le dio vueltas como si fuera una noria. Su estomago le advirtió de las nauseas de modo que tuvo que correr al baño a vomitar, era asqueroso y cuanto más vomitaba mas se le revolucionaba el cuerpo. Apoyo sus manos en la pared porque su cabeza volvía a dar vueltas, veía todo un poco borroso y sentía dolor por todo el cuerpo. “Como no me va a doler si ayer lo hice con dos tíos” –se dijo riendo “¡Y de qué forma!” –se volvió a reír. Arrastrándose por las paredes se volvió a tumbar en la cama, se arrepintió el dolor de cabeza volvía a golpearla fuerte. De pronto alguien abrió la puerta muy lento, se asomo esperando ver a…

-Buenos días juerguista –Era Raúl –ella se volvió a tumbar y a taparse con la sabana la cabeza –Oye –el chico se había acercado a la cama –Aquí te dejo el trabajo –Al ver que no le contestaba decidió hacerla de rabiar. Con brusquedad aparto la sabana del cuerpo de la chica, esta le miro desconcertada y él se la devolvió riendo –Veo que ayer os divertisteis los dos. Quino no se puede ni levantar al igual que tu –Ahora posaba sus ojos sobre el cuello de la chica –Y veo que no os cortasteis con respecto a los chupetones. Bueno me voy, ya nos veremos rubia. –Y se fue cerrando la puerta con llave.

La chica se quedo pensativa con lo último… Quino no se puede ni levantar al igual que tu…eso le hizo reír.Después volvió a dormirse… en lo que restaba de día no se levanto para nada ni si quiera para comer o cenar, ya que tenía el estomago hecho un revuelto aunque no paro de beber mucho agua para quitarse la resaca. A la mañana siguiente ya estaba mucho mejor, se dio una ducha relajante y se puso manos a la obra con el trabajo, mientras tanto las imágenes del día anterior se sucedían correlativas como si estuviera en una película, una en la que ella era la protagonista y Quino su “chico”, al pensar en eso volvía a sonreír pero una punzada de vacio le hizo volver a ponerse seria…no entendía el porqué después de haberlo hecho con él se sintió tan mal…pero sobre todo extraña como si hubiera roto con algo…¿pero algo como qué? No paraba de preguntárselo.

Mientras tanto, el chico también estaba mucho mejor, y por desgracia no la vería en una semana ya que tendría que viajar con Galván a Brasil a por mercancía y a cobrarse unos ajustes de cuentas. Raúl se encargaría de ella durante su ausencia y sabia que la trataría todo lo bien que se mereciera…por dentro deseaba que su amigo no fuera muy duro. En el avión no paraba de dar vueltas a lo sucedido en la discoteca, tal y como le había prometido no conto nada ni si quiera cuando Raúl le insistió y mucho menos a Galván aunque este, le notaba raro pero no le dijo nada, lo que hiciera con la chica le importaba lo justo y era verdad que le estaba cogiendo un poco de cariño.

-¿Qué piensas? –Le pregunto su jefe

-Nada –dijo con un mohín en la nariz –Ya sabes estoy pensando en cómo nos vamos a librar de ese idiota de Ferchu

-Aja. –le contesto su jefe. Le miro con ojos pensativos -¿Cómo se dio la fiesta? Por lo que te veo en el cuello no se dio mal –Le dijo riendo

-No, no se dio mal –contesto riendo. Galván antes que su jefe era su amigo pero no pensaba darle explicaciones innecesarias

-Oye, te di carta blanca con la chica. No hace falta que me cuentes nada si no quieres, pero no quiero que le hagas daño. Sino su jefe se negara a pagar y será peor para ella. Y ya que estamos ¿Hicisteis algo? –le pregunto con picardía

-¡Venga ya! –Y le tiro un cojín –No te lo voy a contar. Pero para que estés tranquilo –Su jefe le miro con ojos saltones -no le hice daño

-Entonces me fio de ti Quino. Esa chica…es diferente ¿Verdad? –El chico le miro serio –Pero sabes que no puedes, no hasta que todo haya acabado. Después…y si todo sale bien podéis casaros si queréis pero antes es el trabajo. –le dijo su jefe serio.

Un disparo a mi corazón. EDITANDOWhere stories live. Discover now