Capitulo 38: Traición

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Helena despertaba con el sol entrando por los ventanales, alargo la mano para sentir una vez más a su chico pero no estaba, rodo sobre sí misma y se puso en su sitio, todavía estaba templado eso significaba que no hacía mucho se había levantado. Se sentó en la  cama y en su boca se formo una gran sonrisa, estaba pletórica de felicidad por fin las cosas comenzaban a ir bien, por fin estaban juntos, por fin se sentía completa después de mucho tiempo. Alzo la mirada, a través del espejo del armario se vio ella misma, pero estaba cambiada. Su cara resplandecía, su pelo rubio alborotado y encrespado le daba una imagen de loba feroz, rio ante tal pensamiento. Busco por el suelo sus braguitas de encaje blanco que estaban enganchadas en la lamparita de noche y se puso la camisa de Quino, aspiro el aroma. Era delicioso, rico y muy él. Descalza se dirigió al salón-comedor, desde el quicio de la puerta le observo. Estaba preparando el desayuno mientras en las manos tenía una sartén, olía de maravilla, solo llevaba el pantalón del pijama negro y el pecho al descubierto. Con sigilo se puso detrás de él y paso sus uñas por su ancha y bonita espalda.

-Eh! –Dijo sobresaltado –Buenos días mi amor –Se agacho para besarla –¿Cómo has dormido?

-Perfecto. Con el hombre de mi vida todo es fantástico. –Rodeo su cintura y se sentó en la encimera, comenzó a mover sus piernas como una niña chica y él se rio –¿Qué pasa? –Le dio un puñetazo en el hombro

-Au! –Se rio mientras le daba vueltas a la cosa que estaba preparando en la sartén –Que eres mi niña pequeña. –Apoyo sus manos a los lados de la encimera de forma que estaban muy juntitos –Me gusta tu pelo, todo revuelto. –Rozo sus labios con los de ella moviendo su cabeza a los lados –¿Te gustan las tortitas? –Ella asintió mordiéndole el labio superior –Y las tostadas con mermelada de fresa? –Se echaron a reír los dos –Claro que sí. –Pego sus labios con los de la chica, ella abrió la boca dejando paso a la lengua deliciosa del chico que hizo su magia haciéndola jadear. –Te amo Helena

-Te amo Juaco. –Al oír su nombre acortado se separo un poco, le miro con una ceja levantada –Lo siento…es que… perdona si te he molestado…

-No me molesta Hel, es solo que hace años que no me llaman así. Pero no me importa porque eres tú, dicho por su boca sale muy bonito. –Bajo su mirada y vio que tenia puesta su camisa, sonrió. –Me gusta cómo te queda –Metió una mano por dentro y jugueteo con el elástico de sus braguitas, ella suspiro sobre sus labios. –No quiero que te cortes, puedes llamarme como quieras y ponerte mi ropa siempre que quieras. Ya te lo dije mi amor, contigo estas cosas son diferentes. Me encantas –Volvió a besarla y cuando termino la cogió en brazos, ella dio un pequeño gritito de sorpresa pero después enterró su cabeza en su cuello, saboreando de nuevo ese aroma tan varonil y esa colonia de One Million. Se sentó en una de las sillas con ella todavía en brazos, noto algo mojado en su cuello. La separo un poco –Cielo ¿Por qué lloras? ¿Qué  te pasa? –Ella le abrazo con fuerza su respiración era entrecortada –Rubita, tesoro.

-Es que… lloro de felicidad. Porque por fin estamos juntos, todo está yendo bien pero tengo miedo de que esto acabe de forma…mala para mí. –Él le miro con tristeza –Te Quiero muchísimo, tanto que me duele pero a la vez…me cuesta expresar mis sentimientos. Tú me dices todo el rato lo especial que soy para ti pero yo en cambio…me muestro mas…fría y…no quiero defraudarte.

-Mi amor no digas esas cosas. Tú no eres fría conmigo yo sé que me quieres, que me amas pero también sé que nuestra relación va a estar marcada por nuestra…situación. Entiendo que te cueste expresarme tus sentimientos por mí, pero mi amor a mi no me importa eso, yo solo quiero estar contigo, eres mi espejismo, mi mitad. Lo eres todo.

-Pero es que…yo siempre he sido así…mi vida no ha sido fácil y siempre me ha costado decir lo que siento. Te pido perdón de anticipo y te pido que tengas paciencia conmigo. No quiero que te alejes de mí, te necesito a mi lado. Te Amo. –Con lágrimas en los ojos le beso con impaciencia,  con rápidos movimientos.

Un disparo a mi corazón. EDITANDOWhere stories live. Discover now