El juego del destino #2

Capitulo 1

¡Holaa! Estamos de vuelta.

Les comento que estos primeros cinco capítulos, serán en "pasado" para que se entiendan algunas cosas.

Eso... no olviden votar, comentar y compartir porfiss

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Hollydence

Pasado

—¡Eres una estúpida! ¡Te dejaste preñar por un malnacido que te deja botada! —grita mi madre pegándome la primera cachetada que me voltea el rostro.

Me llevo la mano a la cara y aprieto los labios para evitar que tiemblen.

—¡Te vas de esta casa! ¡Te desheredo! ¡Mi hija no eres! —Se altera mi padre arrojando mi ropa hacia la calle y un par de maletas sueltas.

Me trago las lágrimas y camino hacia la salida pasando por alto el rostro de dolor de Olga.

—Cuando se arrepientan, no quiero que vuelvan a mi. —Digo cerrando la puerta de un portazo.

Me apresuro a ordenar todas mis cosas en las maletas y detengo al taxi que pasa por la avenida agradeciendo el hecho de tener mi billetera.

Me cansé de que siempre me basureen, de que me traten como si no valiera nada.

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La tía Claire soba mi espalda y el tío Holden no deja de caminar de un lado a otro.

—¿Ese muchacho terminó así como así contigo? —me pregunta y hago un gesto sin importancia con la mano.

—Lo hizo pero de todas formas le diré la verdad, que estoy embarazada y que será padre —explico— Si quiere formar parte, lo hace y si no... Pues allá el.

Lisa asiente frenéticamente— Exacto, el de todas formas merece saberlo.

—Cariño, es necesario pedirte que te quedes aquí... —empieza la madre de mi amiga— Ya te dimos los sermones correspondientes y todo eso que hacen los padres, pero de verdad que queremos tenerte aquí, necesitarás cuidados, dinero, estabilidad y sobre todo ahora que entraras a la universidad.

Trago grueso y sé que tiene razón, se que no será fácil, pero también sé que no está en mis opciones abortar. No estoy en contra de eso, es solo que no es lo que quiero.

Sé que será difícil y que muchas veces me sentiré frustrada pero ese es mi problema y sé que puedo salir adelante.

Me cueste lo que me cueste.

—Tengo una cuenta con ahorros la cuál era destinada para mis estudios, puedo hacer uso de ella y trabajar —menciono apenas la recuerdo.

El tío Holden se sienta a mi lado y me acaricia el cabello.

Cuando le conté sobre mi embarazo lo primero que pensó es que era una broma y al momento en el que mi expresión de seriedad no cambió, se desmayó.

Si, se desmayó.

¿Deja vú?

—Cariño, sabes que no tenemos inconveniente económicos y nosotros podemos hacernos cargo de tus estudios pero...

Lo interrumpo de inmediato.

—¡No! Esa es mi responsabilidad y tengo los medios para costearla tío, también trabajaré y al bebé no le faltará nada. 

—Además el padre también debe aportar, no lo olvidemos —menciona Lisa.

—¡Ese zangano no merece saberlo! —grita el tío Holden— La dejó y ni siquiera le dió una explicación, esa sanguijuela es un cobarde y ni el bebé ni Holly lo necesitan y si quieres una figura paterna para la lenteja... ¡Aquí está el tío Holden!.