Capitulo 27

2.8K 126 36
                                    

¡Holissss!

Yo de nuevo...

No olviden votar,  compartir y comentar.

Me entretengo un montón leyendo los comentarios.

Ahora... las dejo con la lectura.

Spoiler: Esta medio larguíto.

✳️✳️✳️✳️✳️✳️✳️

Hollydence

Respiro hondo y procuro guardar la calma mientras espero que el padre de mi hijo termine de hacerlo dormir luego de que hayamos venido a su casa después de la insistencia de Aiden por ver la colección de spiderman que Klaus le había prometido ver.

Miro hacia la ventana y me encojo notando que la lluvia no tiene intención de parar, debí haberme ido hace un rato y sin embargo aquí estoy.

Saco mi celular para ver los pendientes, en cuanto a mi trabajo ya dejé todo listo y lo está viendo mi jefe.

Reviso los mensajes y sonrió al ver uno de lisa y otro de sus padres.

Liss: Holaaaaa

Liss: Hace semanas que no veo a mi pequeñuelo. 

Liss: Por cierto, Matt sigue enviándome mensajes sobre como debo convencerte para que vuelvan.

Liss: No te preocupes, ya lo bloqueé.

Rayos, no hay como hacerlo entender.

Le escribo un mensaje agradeciéndole y prometiendole verla pronto.

Reviso el chat de la tía Claire y el tío Holden.

T. Holden: Muchacha, recuerda que este domingo haremos una parrillada en la casa, los espero a ambos.

¡Los quiero!.

T. Claire: Ingrata, no nos has llamado en dos días... Debo hablar pronto con mi nieto o me descompensaré. Holden está de la misma manera solo quiere hacerse el fuerte.
Te queremos!.

Me río y les respondo que el domingo estaré allí.

Escucho un carraspeo y dejo el celular en la mesa de centro. Me volteo a mirarlo y me da una sonrisa acogedora.

Se ve guapo... Debo admitirlo, con esos jeans negros y la camisa blanca. Ya dejó de ser el adolescente y ahora es más...

—Lo lamento... —le digo y me mira confundido— Ahora tendré que esperar a que despierte para irnos y...

—No te disculpes Hollydence, no hay nada que prefiera que esto.

Trago grueso.

—Creo que es una buena instancia para que hablemos... ¿No crees?.

Me muerdo el labio inferior y asiento un par de veces, me hago a un lado y el toma asiento en la esquina.

Decido empezar yo antes de que lo haga él.

—Luego de que te fuiste y luego de ese primer mes en dónde todo estaba bien, comenzamos a tener problemas, con la distancia, la comunicación, los horarios... —asiente— Bien... Yo tenía conflictos con ver a esa chica en tu habitación todo el tiempo y...

—¿Qué chica? —pregunta confundido.

—La chica rubia que siempre estaba en nuestras llamadas, interrumpiendonos...

Su rostro forma una mueca de comprensión y responde tomándome la muñeca pasando los dedos acariciando.—Nunca tuve nada con ella. No con nadie.

Prefiero seguir relatando que enfrascarme solo en eso.

El juego del destino #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora