El juego del destino #2

Capitulo 24

Recuerden votar, comentar y compartir.

De verdad que me ayudan mucho...

Y otra ves disculpen por la demora...

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Hollydence

Todavía es algo irreal el hecho de que Klaus Ulbrecht no tenía ni la menor idea de la existencia de Aiden, tampoco sabía lo de nuestra ruptura.

¿Cómo es eso de que fui yo quien rompió nuestra relación?

Claramente hay algo más detrás de esto. Sus ojos denotaban sinceridad y a pesar de todo Klaus jamás me había mentido.

Esto es algo que tendremos que establecer luego, sé lo mucho que quiere establecer lazos con nuestro hijo y eso en estos momentos será nuestra prioridad.

Si bien puede que me haya dejado llevar un poco, pero jamás lo había visto derramar alguna lágrima.

Que yo recuerde.

Se veía tan frágil, tan vulnerable.

Al igual que la mirada que me está dirigiendo ahora.

Aiden está en la guardería, yo pedí permiso en el trabajo y ahora estamos en mi sofá enseñándoles las fotos y los vídeos que por alguna razón había grabado enfocándome en el crecimiento de mi hijo.

—¿Cuánto pesó? —pregunta pasándose la mano por el rostro angustiado.

—3 kilos y 400 gramos —le digo reproduciendo el video de los tres meses de embarazo.

La pantalla se ilumina mostrando mi imagen hace tres años, cualquiera no pensaría que estaba embarazada.

Mi short blanco estaba manchado con algo de leche de chocolate que se me había caído y me había dado flojera cambiarlo por otro.

Mi polera de tirantes de color salmón, la cuales fueron las únicas poleras que amé durante el embarazo, por lo elásticas que eran en la zona del pecho.

—¡Ya basta! ¡No me enfoques! — aparezco pidiéndole a Liss quien sostiene la cámara de su móvil enfocandome.

—¡El bebé tiene que tener recuerdos! ¡Y tú también, es un proceso lindo!. —replica ella.

—Adivina que... No está siendo bonito. —le digo enojada—Las náuseas me están matando.

Era verdad las náuseas eran lo peor de esos meses, por lo menos los tres primeros.

El vídeo se pausa y veo que klaus tiene el control remoto en su mano derecha.

—¿Los síntomas te jodieron mucho? —pregunta y no desvía la mirada del televisor.

—Los tres primeros meses fueron difíciles, luego se fue atenuando todo hasta el último trimestre en dónde mi espalda sufría las consecuencias. —le explico y asiente volviendo a colocarle play.

El vídeo se reanuda y Lisa me enfoca el vientre haciéndole un zoom exagerado.

—¡Hola sobrino o sobrina! ¡Te estamos esperando chiquito ¡Ya sal al mundo! —le habla y salgo riéndome.

—Mi bebé no va a salir por un buen tiempo así que deja de ilusionarte antes de tiempo —Le decía divertida— Te juro que ayer soñé que rompía fuente...

Lisa se ríe y el vídeo termina con el zoom de mi vientre.

En segundos me muevo para reproducir el siguiente.