Capitulo 30

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Holisss, recuerden votar, comentar y compartir porfilinguis

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Klaus

La puerta está abierta.

No debería estar abierta, no debería haberme ido, no deberia haber renunciado y no debería haber hecho muchas cosas.

Mi pecho se aprieta en cuanto veo el cuerpo tirado en el suelo y el mundo se detiene, siento que no puedo respirar y quiero vomitar.

Las lágrimas caen solas y escucho los pasos de Hollydence correr rápidamente.

Mis rodillas se doblen solas y quiero tocar a mi madre, mis manos no llegan a su rostro cuando se detienen a medio camino y las veo temblar.

No respiro.

Me arrojo hacia ella abrazándola con fuerza y me empapo de su sangre.

—Mamá... Despierta —la aprieto con fuerza contra mi sintiendo lo fría que está— Mami, ya llegué.

No responde, sus ojos no se abren y su cuerpo está inerte.

Me la mataron.

Tres disparos le dieron y yo no estuve aquí para protegerla.

Siento que la garganta se me aprieta y me quedo sin aire tirándole en el suelo viéndola de lado.

Me trago las lágrimas y junto mi frente con la de ella queriendo que despierte pero no lo hace.

Y me cuesta creer que ya no lo hará más.

Hollydence.

Suelto un grito ahogado al ver a la mujer tumbada en el suelo con tres tiros en el pecho.

Las lagrimas corren por mis mejillas y corro a buscar a Aiden por la casa.

Voy hasta el dormitorio y lo busco con desesperación.

Escucho unos sollozos y me dirijo inmediatamente hacia la cama revisando debajo de ella.

El corazón me da un vuelvo cuando lo veo aferrándose al suelo acurrucado contra su manta favorita.

—Aiden... —lo llamo suavemente y apenas me nota cuando está saliendo y se arroja a mi con fuerza.

Lo abrazo y su llanto me rompe en mil pedazos cuando me pregunta por su abuelita.

Lo mezo con cuidado y me trago todo el dolor que siento en estos momentos llamando a la policía.

Salgo con el en brazos y su carita se esconde en mi cuello.

Miro hacia el sofá en dónde veo que el álbum de fotos está a la mitad y un nudo se me estanca en la garganta.

Veo a mi chico acurrucado a su cuerpo y no se que hacer, no sé cómo debo proceder con esto y tengo miedo.

—Cariño... —Comienzo a llamarlo pero la pena se nota desde kilómetros.

No me responde y quiero sacarlo de allí antes de que lleguen las autoridades pero Aiden comienza a temblar y decido llevarlo afuera.

Quiero dejarlo un momento en el auto pero se aferra a mi cuello y no me quiere soltar por nada del mundo.

La policía llega y veo a mi alemán salir con los ojos rojos, me ve y veo sus labios temblar intentando contener el llanto que lo amenaza con salir.

Veo como respirar hondo antes de venir hacia nosotros y abrazarnos con fuerza.

Aiden no deja de llorar y Klaus lo toma en brazos tomando el asiento del copiloto mientras voy con el oficial tratando de reunir las fuerzas que necesito para esto.

El juego del destino #2Место, где живут истории. Откройте их для себя