Capitulo 14

2.3K 110 6
                                    

Recuerden votar, comentar y compartir porfi.

✳️✳️✳️✳️✳️✳️✳️

Semanas después

Klaus

Guardo las carpetas en la última caja y la cierro pasándole la huincha de papel adhesivo.

Paso las manos por mi rostro y me siento en la orilla de mi cama. Compré un Loft apenas pasó el primer año y dejé a un lado la residencia.

Prefiero estar solo que con gente que no quiero estar.

Mis ojos se desvian inconscientemente a la pequeña caja que me regaló mi madre antes de irse de viaje.

Me levanto, la tomo y me vuelvo a sentar en dónde estaba.

Mis manos comienzan a abrirla y la tapa salta dejando a la vista, el montón de fotos.

Son fotos de mi madre conmigo de pequeño, fotos con mi hermano, fotos con Cole, Ashton y algunas con Dylan.

A últimas encuentro las que debería haber botado hace mucho pero no pude.

Fotos que mi madre nos saco a Hollydence y a mi, fotos en dónde salimos los tres sonriendo a la cámara.

Observo cómo ambos estamos sentados y ella me mira sonriente mientras yo me río.

¿Cómo eso se puede fingir?.

Esa mirada enamorada que...

Que yo mismo tenía.

Me cacheteo mentalmente y guardo todo lo más rapido que puedo volviendo a dejar la caja sobre la repisa.

No me la voy a llevarla, el Loft quedará tal y como lo dejo hasta que decida que hacer con él. Allí veré qué hacer.

El móvil comienza a sonar en modo de llamada y respondo sonriente al ver el nombre en la pantalla.

—¡Me tenías abandonada ingrato! —Sonrie y se sostiene el gorro playero.

Está en la playa y me me alegra verle los ojitos llenos de brillo, es hora de que comenzará a pensar en ella.

Y yo iba a hacer todo lo posible por qué ella fuera feliz.

—¡Mamá! La ingrata eres tú qué no responde a mis llamadas —me río.

—Cielo, lo tenía en vibración y no lo escuché. —se lamenta— ¿Cómo va todo? ¿Extrañas a mami?.

Me mira sonriente y niego con la cabeza divertido.

—Pff, claro que no madre.

—Oi que te cambiarás de equipo... —comienza— Es increíble que deba enterarme por la televisión.

—Si... Todo fue muy rápido y no respondiste mi llamada así que —me encojo de hombros— Me mudo está semana a Nueva York.

Deja el celular supongo que en una mesa y aplaude emocionada.

Es como si se hubiese rejuvenecido.

Carraspea.

—Mira quien está a mi lado —dice y mueve la cámara enfocando a una bola de pelos que hace un montón no veía.

—Esta grande... —digo mientras el pequeño se empeña en mostrarse a la cámara.

Es una vil mentira, puede que copito haya crecido algo, pero en ese caso no se nota.

Sigue igual de pequeño e igual de blanco.

—No te he enseñado a decir mentiras hijo, pero este pequeñito... —Mi madre lo toma en brazos y el se acurruca en su pecho. —Me hace compañía.

El juego del destino #2Where stories live. Discover now