ᐧ =͟͟͞♡ 𝑆 𝐷 ༚ ˳✧༚ ｡˚ ⤾
╰┈➤ׂׂ Cuenta una leyenda, que siglos atrás el gran brujo Silas tuvo una visión...
Una visión sobre una chica que sería la redención de una familia rota por traiciones, paranoia y supersticiones.
Ella vendría junto a una...
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VENUS POV:
Me desperté tras los sonidos de mi despertador.
— Ya cállate, maldito reloj. ¿No ves que ya me desperté? — refunfuñé al despertarme malhumorada. Lo apagué y me levanté a darme una ducha, hice la típica rutina mañanera y me dirigí al armario a escoger lo que me pondría hoy.
Hoy hacía mucho frío así que descarté las faldas y los vestidos. Me coloqué un pantalón negro, una camisa de mangas largas que se ajustaba a mi figura de color blanco, una gabardina negra la cual acompañé de una bufanda de tonos oscuros para darle un toque distinto a mi outfit, unos botines de cuero negro medianamente altos y me dirigí hacia mi joyero y me coloqué un brazalete dorado con detalles en blanco, un anillo dorado y finalmente me coloqué unos simples aretes de punto para no recargar. Alisé mi cabello y bajé a desayunar.
— Buenos días — saludé a mis hermanos y a mi tía Jenna apenas entré a la cocina.
Escuchando su saludo de vuelta, agarré una manzana, una banana, uvas, frutillas y kiwi para hacerme una ensalada de frutas.
Al terminar de prepararla, la coloqué en un plato y me recargué en el mesón de la cocina para comer.
— ¿Cómo aguantas estar en botines o tacones siempre? — me preguntó Jenna.
— Es parte de mi, me gusta verme elegante pero atrevida de forma sutil y le dan un toque extra siempre. Además, con el tiempo te acostumbras, tía — respondí lanzándole un guiño.
— Algún día encontrarás a alguien igual de elegante que tú, se complementarían bastante — dijo burlonamente soltando una risilla.
Al escucharla no pude evitar soltar una carcajada, es imposible que pase eso pero de repente se me vino a la cabeza Elijah, pues cuando lo vi llevaba un traje puesto que lo hacía ver más atractivo. Pero no, no es mi tipo.
Por supuesto que lo era pero Venus Gilbert jamás lo admitiría y mucho menos lo reconocería.
Deseché esos pensamiento y me giré en dirección a mi tía Jenna.
— Nadie es digno de mi, tía Jenna — dije con aires de superioridad — Ninguna persona tendrá el privilegio de que sea su chica. No están a mi altura — completé terminado mi ensalada de frutas.
— Pero que ego — dijo Jenna.
— Me encantaría seguir con esta conversación. Pero llegaré tarde si no me apuro y Elena ya se fue — dije con una mueca en mi rostro para despedirme de Jenna con un beso en la mejilla.
Agarré las llaves de mi auto y fui a toda prisa al Instituto porque si no me apuraba, llegaría tarde y una de las tantas cosas que me caracterizaban es la puntualidad.
