Trust Me - 《LuKun》♡

Fourth

Nos dirigíamos en el coche de Jaehyun a casa de Taeil, llevaba mis planeaciones a mano para discutirlas con él y programar las actividades que tendremos estas próximas semanas, con Taeil elegimos hacer un huerto en la escuela, sería una tarea a largo plazo pero tendríamos una actividad anual. Buena idea, ¿cierto?. 

Al llegar Johnny estaba en el patio que da hacia la calle, prendiendo el fuego para poder asar carne. 

- ¡Hey! Que bueno que llegan, Taeil está en la cocina, pasen, está abierto. 

- ¡Holis Johnny! Tengo mucho que contarte - dice Taeyong mientras soltaba la mano de Jaehyun y corría hacia Johnny, eran algo así como "super amigos" - según las palabras de Tae-. Por el trabajo de Johnny, sus visitas eran contadas. 

- Algún día me va a dejar por él- habla Jaehyun

- No creo, Johnny ama mucho a Taeil, no tendría tiempo para ambos, si él tuviera otro trabajo, créeme, Taeyong seguro te deja- claro que era mentira, y Jaehyun lo sabe, ambos estaban hechos el uno para el otro. - Tonto, no le puedes ganar a Johnny. 

- Lo sé, pero Taeil ya ocupa su corazón, Taeyong tendrá que quedarse con este guapo arquitecto- Ríe. 

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- Ay, no sé por qué me mandan a hacer esto si no sirvo - Taeil se queja y se acuesta en el piso de su sala. - Kun, consigue otro compañero, me rindo. 

- Hyung, tú fuiste el de la idea del huerto, y la solicitud fue aprobada, ya no hay marcha atrás, no seas flojo - lo sacudí en el piso - Hey, si lo haces bien este año solo tendrás que repetir el mismo procedimiento hasta que te jubiles, no vas a tener que pensar en algo más. Ánimo, ánimo, Ánimoooo. 

- Tú ganas, pero tu te haces cargo de la tierra. 

Miércoles en la mañana, Lucas no había dado señales, ¿debería mandarle un mensaje? ¿O ir a verlo a su trabajo? No, no hay que estorbar en un hospital cuando no es necesario. Aparte, si él quisiera verme, mínimo un mensaje espero. ¿Yo estoy entendiendo mal sus intenciones?

Salgo camino a la escuela, hoy es el día de plantar las primeras semillas, decidimos plantar fresas. Al llegar, hay varios pequeños esperando, llevan un sombrero que resalta -pedido con el fin de que el sol no les llegue directamente-, y veo a lo lejos que Taeil llega en taxi, el chofer le ayuda a bajar varias botellitas de agua re-utilizables - un regalo para los niños- y el resto de los maestros ayudan a llevarlas al salón. 

Fue algo difícil lograr que los niños no quisieran comer la tierra, pero creo que por el momento vamos bastante bien. En cambio, quien parece que se dio una gran festín con la tierra, soy yo - ya quiero llegar a casa para poderme dar una ducha-. 

- Profe Kun, ¿qué sigue?- Jeno llama mi atención, han terminado de poner la última capa de tierra. 

- Ahora, pueden rociarles agua, pero no le pongan demasiada, solo la necesaria, ¿recuerdan cuánta agua era?- los niños asienten- Bien, cuando terminen, lavaremos nuestras manos y más tarde los profes y yo nos encargamos de terminar de construir el invernadero para sus fresas. 

-Jaemin dice que hay que poner nuestros nombres, ¿Si podemos?

- Claro - Taeil toma la mano de Jeno. - Dile a Renjun que te acompañe con la maestra Joy y pídele unas tarjetas y unos crayones, ¿Puedes hacer eso por mí, amor?- Jeno asiente. 

- Sipi, ya vengo- Y se fue corriendo hacia donde Joy estaba, pero a mitad de camino se detuvo y fue hacia donde Renjun que estaba con Haechan, habló con él y Haechan logró escuchar también, tomaron sus manos, y los tres fueron en busca de las tarjetas. 

Era hora de la comida, hoy salíamos más temprano, por lo que los niños estaban algo impacientes por irse. Yo me mantuve un poco lejos, mi ropa seguía llena de tierra y no quería que alguien realmente comiera de esta. 

3 pm, hora de irnos. Joy entretuvo a todos los niños con activación física en lo que terminábamos el invernadero y limpiar todo. Poco a poco la escuela se fue vaciando, nuevamente iré caminando hacia mi casa, es temprano y Taeyong sigue dando clases.

Llegando a casa me di una ducha y puse la ropa a lavar, adelantamos trabajo con los demás profes, por lo que desde que llegue, tengo tiempo libre. Decidí cocinar pizza para la cena, cuando hago pizza me gusta dedicarle el tiempo que se merece, hice una de peppeoni y una de jamón, ¿Quién en su sano juicio le pone piña a la pizza? una abominación. 

Una vez lista, corto tres pedazos para mi y los demás los guardo para poder llevarlos y compartirlos mañana. Estaba por decidir qué película ver cuando el timbre suena, ¿Quién es a esta maldita hora?

Abro la puerta y no había nadie, ¿es acaso una broma?
Estoy a punto de cerrar cuando escucho un grito a lo lejos.

- ¡Kun, espera!- y ahí está, luciendo algo cansado pero siempre con una sonrisa, Lucas corre hacia la entrada con una botella de vino en manos. - lo siento, me llamaron justo cuando toqué el timbre y tuve que alejarme un poco, lamento venir a esta hora pero han pasado varios días desde que te vi, y b-bueno, yo... quería verte.

- Pudiste haberme enviado un mensaje, idiota- golpeo su hombro- Pasa, hice bastante pizza.

- Gracias, bonito.

- Yaaaaa, me dices bonito cuando estoy desarreglado, dímelo cuando en verdad luzca bonito.

- Pero tu siempre te ves bonito.

- Eso dices porque no me has visto recién levantado, o de malas, no te gustaría.

- Ajá, ya veremos.

No sabía que la pizza y el vino combinaran tan bien, o tal vez simplemente era la compañía que tenía en este momento, la película pasó a segundo plano en cuánto nos sentamos a hablar de nuestras vidas, podía notar a Lucas algo nervioso al hablar de él, pero según me dijo, su padre fue ausente por trabajo y su mamá a pesar de amar mucho a su hijo, siempre hizo lo que el padre de Lucas quiso.
Al parecer su padre también es doctor, por lo que él se sentía más presionado de cumplir sus estándares, a final de cuentas, era su padre y quería que estuviera orgulloso de él.
También mencionó ser hijo único después de que le hablé un poco de YangYang y el tipo de relación de hermanos que llevábamos.

La media noche llegó y aunque Lucas estaba cansado, no quería terminar la conversación ahí, por lo que tuve que hacerlo yo, ambos teníamos trabajo mañana y desvelarnos más no era en lo absoluto una opción.

- ¿Quieres quedarte a dormir? Tengo una habitación de sobra. - tomé el atrevimiento de acariciar su cabello, haciendo que cierre los ojos.

- Mhum, estaría bien, si es que no tienes problema alguno.

- Claro que no. Ven, te muestro en dónde es.

Lucas llevaba un quirúrgico bastante cómodo, por lo que no acepto ninguna pijama- igual le quedarían algo justas, yo soy más pequeño que él- y ambos nos fuimos a dormir.

¿Es muy rápido lo que (al menos de mi parte) estamos haciendo?
Con él me siento bien, tenemos muchos temas de conversación y nunca me aburro. ¿Tal vez mis ideas son precipitadas porque no he tenido pareja en 3 años? Puede ser, pero con Yuta la sensación era distinta, pueden pasar años y seguiré recordando cómo me hizo sentir.

Solo, espero que todo siga su camino, sin forzar nada, y...que no haya heridos.  

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