goodbye, my lover

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En esa sala, distintos tipos de emociones inundaban a aquellas personas. Pero, coincidían en una.

Coraje

Kun no había despertado hasta la mañana siguiente, su celular seguía apagado para evitar encontrarse con el nombre de él.

Justo ahora, había terminado de contar lo que pasó a sus amigos y hermano. Claramente, no pudo evitar romper en llanto otra vez, el simple hecho de despertar y confirmar que no había sido una simple pesadilla... lo rompía más. 

-¡Mataré a ese maldito! ¡¿cómo mierda pretende engañarte durante todo el tiempo en el que se conocieron, atreverse a interactuar con nuestra familia, sobre todo con nuestros padres y vernos la cara a todos?! Esto no se quedará así, ya vengo- YangYang caminó rápidamente hacia su habitación y segundos después bajó con un bate de béisbol en sus manos. Realmente estaba furioso, ¡nadie puede hacerle daño a su hermano y salirse con la suya! No mientras él exista, porque aunque sea el más pequeño, protegerá a su hermano con su vida.

-¡¿A dónde vas?!- Taeyong regañó y fue por él, tapándole el paso- No te vas a mover de aquí... tenemos que quedarnos con él y luego nos encargamos de Wong, créeme que tampoco me quedaré de brazos cruzados-susurró esto último. Le arrebató el "arma" de sus manos y lo llevó de regreso a la sala.

Leves sollozos salían de la boca de Qian. Se veía como un niño pequeño al cual no pudieron proteger a tiempo. Estaba sentado, abrazando sus piernas y con el rostro entre estas.

-Pastelito, mírame. Tenemos que hacer algo, ¿bien?. Perdón que sea tan del carajo esta situación, pero te dolerá la cabeza aún más si no dejas de llorar un poco- levantó su rostro y acarició su mejilla. -Hey, sé que duele mucho pero necesito que respires y trates de calmarte. Taeyongie está aquí y no te dejará caer, ninguno de nosotros lo hará. Mi pastelito y es fuerte, y jamás se dejó pisotear.

Las horas pasaron en completo silencio, nadie se atrevía a decir nada. Pero Kun agradecía que estuvieran ahí para él, y evitar que hiciera algo tonto de haber estado solo.

Ese tiempo fue suficiente para que Kun tomara una decisión. Definitivamente no dejaría que Lucas se burlara de él, no puede quedarse sufriendo mientras él debe estar tranquilo. No le daría el gusto, claro que no.

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Domingo por la noche. No disfrutó en lo absoluto su fin de semana, todo salió mal con los asuntos que tenía que resolver en la capital y le pidieron más tiempo. Mierda, tiempo es lo que menos tiene.

Pero nada comparado con saber que su amorcito ahora lo odia, que sigue sin contestar sus llamadas y eso lo desquicia conforme pasan las horas.
Quería correr a los brazos de su madre, pero justamente tuvo que irse a visitar a su tía, no le contaría por teléfono lo que pasó, porque si lo hace, llorará y él necesita que su madre lo proteja.

Todo me sale mal

Estacionó el coche enfrente de su casa, tenía la esperanza de que su novio estuviera ahí esperándolo para que le diera una explicación, para que lo dejara hablar y él escucharlo.

Pero nada, cuando entró todo seguía exactamente igual. Colgó su chaqueta en la entrada y cambió sus zapatos por unas pantuflas que siempre dejaban a un lado.

Las pantuflas de Kun no estaban, ni tampoco el suéter azul que había dejado colgado el jueves.

No, por favor no.

Corrió a su habitación y entró al closet en donde ambos tenían todas su prendas.

Y cayó al suelo mientras lloraba.

Kun se había llevado sus cosas mientras él no estuvo.

Lo único que resaltaba en aquél espacio vacío, era un hoodie rojo. Y que esa prenda especial para ambos fuera lo único que había dejado, estrujaba su corazón.

Se levantó de ahí para confirmar si Kun realmente se había ido. Entró al baño, y los productos que utilizaba, no estaban.

Fue al estudio... vacío.

Caminó hacia la sala, y el bonito piano seguía ahí, solo que tenía algo encima. Se acercó más y pudo ver de qué se trataba, tomó ambas cosas con sus manos temblorosas y las llevó a su pecho, mientras se lamentaba una y otra vez.

Aquél precioso collar y el marco que contenía una foto de ellos, también habían sido dejados.

Realmente se fue

No, tenía que hablar con él. Dejó las cosas en dónde las encontró y salió hacia su auto. Iría a buscar a Kun.

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-¿es lo último? ¿Seguro que no te hace falta nada?– YangYang preguntó mientras bajaba con lo que parecía ser, la última caja con las pertenencias de su hermano.

Y quién diría que hace apenas un par de meses había hecho la misma pregunta, pero definitivamente el contexto era distinto.

Asintió–Si, es todo.

Su voz sonó apagada y sus lágrimas aún escapaban de sus ojos, aunque ya no era un llanto desgarrador como el del viernes.

Kun había tomado la decisión de que tomaría una distancia definitiva con Lucas. Así que el sábado por la tarde, habían hecho un plan en el que irían a la mañana siguiente a casa de ambos a llevarse las cosas de Qian.

–Muy bien. Entonces vamonos – se paró a lado de la puerta y veía como su hermano parecía tener una charla silenciosa con aquella casa.

–¿P-puedes, dejarme a solas un rato? Y-yo, no tardaré.

–Claro, toma tu tiempo, estaremos afuera esperando.

Cuando YangYang había salido, de la bolsa de su pantalón sacó el collar que Yukhei le había regalado en su cumpleaños... su tan bonito regalo.

Caminó hasta estar frente al piano que también había sido un obsequio y dejó el collar ahí, a un lado del marco de fotos, que al ver aquella imagen, hizo que sollozos lastimeros salieran de si.

¿Por qué tuvo que haber jugado de esa forma con él?

¿Por qué jurarle amor y mentirle tan despiadadamente?

No lo entendía, y tal vez no quería hacerlo.

Lo único que necesitaba ahora, era mantenerse lo más lejos posible de él, y calmar a su lastimado corazón.

–Te amo, y me odio por eso– fueron las últimas palabras antes de retirarse de ahí.


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¿Quieren otro para llorar a gusto o mejor hasta mañana?

Comentarios y sugerencias son bien aceptados uwu ♡

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-TwoyMinK

Trust Me - 《LuKun》♡Où les histoires vivent. Découvrez maintenant