15-Hora de hacer preguntas.

4.3K 371 42
                                    

Amelia.

Tengo muchísimas dudas. A medida que más lo pienso, más dudas vienen a mi mente, Lexie no explico nada, no sé de qué da esto con exactitud, solo ten un :<sería como cualquier relación, pero nosotros cuatro>¿Qué clase de explicación es esa?

Y Teniendo miles de dudas y una explicación de mierda, lo único que puedo hacer es preguntar, porque no voy a aceptar una propuesta, la cual no entiendo.

— Señora Rodríguez, en una hora podrá irse — digo amablemente.

—Gracias dulzura— responde mi paciente. Hoy Me toco cubrir urgencias, el hospital ha estado realmente tranquilo, así que no he tenido mucho trabajo. Seguramente sea un día tranquilo.

—Pérez sala cinco— Me ordenan.

—Enseguida voy— respondo.

Abro la cortina para encontrarme con una señora de aproximadamente unos sesenta años, acostada en la camilla, y señorita de unos treinta.

—Buenas tardes— saludo.

—Hola dulzura— me sonríe la señora.

—Buenas tardes— responde la señorita.

—¿Cómo se encuentran? - pregunto acercándome a la camilla.

—Lo suficientemente bien para estar en el hospital— responde la señora divertida.

—Madre, ¿podrías tomarte esto en serio? - le pregunta la chica molesta.

—Calma hija, seguro no es nada— le resta importancia. Yo me quedo mirando la escena sin decir nada.

—¿Y tú no piensas revisarla o algo?— me regaña la hija.

—Sí, ya voy— digo un poco nerviosa.

—¿No hay nadie más disponible?— me mira despectivamente.

—Sí, pero me asignaron a mí el caso— respondo amablemente.

—¿Cuántos años tienes?, ¿diecisiete? - pregunta groseramente.

—¿Podrías dejar a la señorita hacer su trabajo? - la regaña su madre.

—¿Cuáles son sus síntomas?— pregunto.

La señora estaba dispuesta a responder, pero su hija la interrumpe abruptamente.

—Náuseas, inflamación, fatiga, le suele doler la cabeza y otras cosas— responde.

—Yo puedo responder sola, Marina, gracias— dice la señora tajante - también tengo un poco de dificultad para respirar. Pero seguro son cosas de la edad.

—O puede que sea algo realmente malo— agrega Marina.

—No le hagas perder el tiempo a los doctores— empiezo a revisar a la señora, tiene unas extrañas marcas moradas en el cuerpo.

—Puede que tengas algo grave, has lo que tengas que hacer, el dinero no es problema— Un teléfono suena, al parecer es el de la chica— tengo que contestar, intenta no matar a mi madre, ¿quieres? - me ordena.

—No tengas hijos, no te lo recomiendo— bromea.

—Señora— comienzo.

—Llámame Marta— pide.

—Bien, Marta le realizaré algunos estudios.

—Bien, pero no encontrarás nada— dice. Sonrío. Empiezo con exámenes de sangre y orina.

—Me sacaste sangre como para un batallón— bromea la señora.

—Es que necesito hacer muchos estudios— corro al laboratorio, pero hay una enorme fila.

HORA DE LA MUERTEМесто, где живут истории. Откройте их для себя