49- Hora de ser una buena amiga.

1.2K 117 3
                                    

Lia.

— Los abogados dicen que es bastante posible ganar el caso – me comenta mi tía a través del teléfono.

—¿de verdad?

Los trámites para obtener la custodia de mi hermano van de maravilla. Aún no he querido decirle nada a los chicos para no preocuparlos, no me gustaría que ellos también tengan que cargar con otro drama de mi familia.

En cuanto a la custodia.

Creímos que lo mejor sería que Diego esté con mi tía, claro que yo lo vería todos los días, pero por mi horario sería difícil tenerlo. Sería mucho más probable que le den a ella su custodia.

Por fin podré cumplir mi promesa de llevármelo...

Diego nació cuando yo tenía doce años, era muy joven, pero desde el momento en que lo vi supe que mi nueva misión sería protegerlo a toda costa y no solo del mundo también de mis padres. Nunca me importo el tener que sacrificar todo por mi hermano, ni siquiera a mí misma.

Él siempre ha sido todo para mí y aunque parezca que solo hago esto por mi enojo con mi padre es completamente falso. Desde el primer día en el que salí de esa casa jure que mi hermano vendría conmigo.

Pensé que quizás mis padres mejorarían, pero al parecer eso es imposible. Ya fue suficiente de esperar algo de ellos.

Si de verdad quiero ayudar a mi hermano, tengo que dejar priorizar a mis progenitores.

No permitiré que hagan con él lo que hicieron conmigo. Jamás lo he hecho y no voy a empezar hoy.

Mi tía me explica un montón de cosas que hay que hacer, y documentos que tenemos que buscar.

Esto será más difícil de lo que creí.

Pero si él estará bien, vale completamente la pena.

Miro a la chica junto a mí con cierta duda. Ojeras marcadas, cabello desordenado, aspecto desaliñado...

—¿todo bien Sel? – pregunto con cautela.

—Sí – responde sin mirarme.

—¿segura? Has estado muy extraña últimamente.

—Sí. Amelia, estoy perfectamente. No todos tenemos vivas estúpidamente dramáticas. — me responde groseramente.

¿Y a ella qué le pasa?

—El hecho de que estés mal no te da derecho a tratarme así. — respondo sin pensar.

—Perdón, su alteza, olvide que a usted no se le puede hablar más que con adoración.

Alguien no tomo suficiente cafeína.

—Selena... — antes de que pueda responder, ella me interrumpe.

—¿sabes qué? No voy a seguir perdiendo el tiempo con alguien que no entiendo lo que es tener problemas reales. — ella intenta irse, pero antes de que llegue muy lejos la detengo.

Mal día para molestarme, Sel.

—Escúchame bien, el hecho de que seas mi amiga o que estés pasando un mal día no te da ningún derecho a ser grosera conmigo ni con nadie, que no se te olvide eso. Así que madura de una vez y entiende que no tengo por qué cargar con tu mierda... — ella me mira pasmada pero no responde.

No sé de dónde salió eso, pero no me arrepiento de nada.

Me gustaría decir que esta actitud en ella es rara, pero no. Desde hace tiempo ella se ha estado comportando cruelmente conmigo, es arisca, cruel, ni siquiera me mira a los ojos...

HORA DE LA MUERTEWhere stories live. Discover now