HORA DE LA MUERTE

53- Hora de la sinceridad.

Aviso importante:

Primero: Este capitulo es muy largo, de hecho es el capitulo más largo hasta ahora.

Segundo: A lo largo del capitulo hay una especie de recuerdos, estos están en letra cursiva.

Tercero: Felíz aniversario, AAAAAA

Alex.

-Bien, hay algo muy importante que tiene que saber... - empiezo en un susurro.

No sé si pueda con esto... Es decir que ellos sepan esto de mí podría ponerlos en peligro... O bueno, eso creo.

Realmente no sé que creo, nadie sabe nada sobre mi pasado... Me he esforzado bastante por qué nadie se enterará de nada.

Pero ahora siento que debería hablar de esto...

-No tienes que decir nada ahora - me interrumpe Blue - No te sientas presionado a dar explicaciones. - Mientras el habla me siento en la cama, no creo poder resistir mucho tiempo acostado. Sin poder evitarlo, mi pierna empieza a moverse inconscientemente.

-Blue tiene razón, esperaremos a que estés listo... - aporta Lexie.

Escucharlos hace mi carga aún más pesada, a pasar de lo que paso hace unas horas ellos no están dispuestos a hacerme hablar... Ellos no pedirán explicaciones, por mucho que merezcan...

Cada segundo más me convenzo más de que no los merezco, que no merezco su amor y dulzura. No merezco nada de esto, ¿Por qué un vil mentiroso merecería compasión?

Quizás si hubiera dicho más...

-Lo sé, pero también sé que necesito contarles esto, de hecho, hay muchas cosas que no les he dicho... - digo con cierto aire de arrepentimiento en mi voz.

Yo puedo con esto, ¿Qué es lo peor que pueda pasar?

Que entren en pánico y huyan...

Que nos dejen y abandonen...

Que nuestros mayores dolores se vuelvan realidad...

-Está bien, solo queríamos que supieras que no te estamos presionando a que nada. - dice a Lia sonriendo con dulzura. Adoro su sonrisa, cuando la veo siento una paz inexplicable, cuando sonríe y me dice que todo estará bien genuinamente, le creo, ¿Cómo no hacerlo? Recuerdo la primera vez que la vi sonreír de verdad. Estaba teniendo un horrible día en el trabajo, había perdido a mi paciente después de una larga y complicada operación, estaba harto de todo, cuando había decidido que ese era el peor día de mi existencia, la escuché, estaba con sus amigos en el estacionamiento del hospital. No puede evitar escucharla reír, ya que su extraña, pero contagiosa risa sonada por todo el lugar. Al verla vi un brillo especial es sus ojos, su sonrisa, era como si brillara, como si fuera una pequeña estrella estuviera en la tierra e iluminara el lugar. Vi la sonrisa más dulce y sincera que jamás había visto. Cuando me di cuenta un horrible día se convirtió en uno de mis recuerdos favoritos. Desde entonces supe que su sonrisa sería mi debilidad.

-Por supuesto que no me presionan, sé que ustedes no lo harían, son ustedes..., ustedes jamás hacen que me sienta incómodo, jamás me han exigido explicaciones o que les cuente nada... - puedo ver sus expresiones confusas ante mis palabras y siendo verlos hacer que mis nervios aumente, y ya no es solo mi pierna, ahora siento como mi corazón late tan rápido y tan fuerte que retumba en mis oídos.

A veces me gustaría que ellos me vieran como en realidad soy, quizás así podrían protegerse.

-Incluso cuando esas cosas son realmente importantes. - la habitación queda en un profundo silencio que nadie es capaz de interrumpir - siento que les estoy fallando. Con cada palabra siento como mi corazón se acelera y mi pronunciación se hace más torpe.