33- Hora de prestar atención.

2.9K 244 21
                                    

Blue.

Camino de un lado a otro para terminarme de arreglarme.

Vamos a ir a conocer a la hermana de Lexie. Él no hablo mucho de ella, pero por lo poco que dijo suena agradable.
Al parecer mis cuñados son bastante interesantes.

Lexie está parado en la puerta mi habitación mirándome.

Él lleva puesto un sweater blanco, cuello alto, unos pantalones de vestir de igual color y una cazadora beige.

— ¿nervioso?— se burla.

—No, es que vamos tarde y odio llegar tarde— entro al baño para acomodarme el cuello de la camisa.

—No te preocupes, la pasión de mi hermana es llegar tarde.

—Eso no ayuda— refunfuño.

Escucho que algo se cae en mi cuarto.

—¿Qué paso?— grito.

—¿Pintas?— Grita Lexie.

—No mucho - vuelvo al cuarto. Lexie está curioseando mi estantería - solo cuando estoy estresado.

—¿Puedo ver algo que pintaste?

—Los cuadros de la sala los pinté yo— su expresión es de completa sorpresa.

—¿de verdad?

—Sí, los pinté hace mucho, he pensado en quitarlos.

—Pero sí son muy buenos.

—No sé, podría hacerlo mejor. Tienen errores, muy pequeños, pero los odio.

—¿Por qué empezaste a pintar?

—Mi madre, ella pintaba.

—¿ella te enseño?

—No, ella murió cuando yo era un bebé, al igual que mi padre, pero mis abuelos me contaron que pintaba y decidí intentarlo— Su expresión cambia drásticamente.

—Blue, yo lo siento tanto, no quería— empieza.

—No te preocupes, me gusta hablar de ellos, de hecho, también tuve un ligero hobby con la fotografía, por mi padre— lo tranquilizo.

—¿era fotógrafo?— pregunta más tranquilo.

—Sí, mis abuelos me regalaron su cámara. Es mi mayor tesoro— sonrio.

Recuerdo la reacción de mi abuela al verme con la cámara de mi padre, lloro por horas, un poco por tristeza, un poco de nostalgia, no lo sé. También recuerdo que dijo que me veía igual a mi padre, pero con los ojos de mi madre. Ese fue el mayor cumplido que alguien pudo hacerme.
Siempre quise parecerme a ellos, horrar su memoria de alguna manera, creo que por eso empecé con la pintura y la fotografía, sentía que de alguna manera eso me conectaba a ellos. Es una manera de tenerlos conmigo.

—¿puedo verla?

—Está en la mesa de noche— digo terminándome de una cazadora Vino tinto.

El camino a la mesa y se queda parado frente a ella, sin moverse.
Termino de arreglarme y me acerco a él. Rodeo la cintura de Lexie con mis brazos y apoyo mi mentón en su hombro.

Amo su perfume.

—Es linda— sonríe.

—¿pero?

—Tengo miedo de tocarla y romperla— dice haciendo que me ría.

—¿Cómo?

—Sí, es tu mayor tesoro, si lo rompo, me odiarás— explica.

HORA DE LA MUERTETempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang