45 - Hora de intentar no caerse.

1.8K 149 21
                                    

Lia.

Bueno...

Recapitulemos, íbamos a mi casa, nos aburrimos y decidimos ir una discoteca...

Llegamos y todo bien. Empezamos a hablar de a tomar, pero de manera moderaba. Nada realmente grave...

La primera hora.

Después todo se descontroló un poco.

— Mi vida amorosa en muy mierda – dice Mady – es decir, la mayoría de hombres con los que salgo son una mierda, o no quieren nada serio ¿Por qué son así?

—No todos – se defiende Dylan – Yo di todo de mí, le di mi corazón, mi esperanza, le dije que la quería y, aun así, no fue suficiente – Dice Dylan con dificultad – por alguna razón nunca soy suficiente.

La historia de mi vida.

Después de unas cuantas copas, la gente empieza a hablar demás.

—Yo tampoco, salud, por eso – sonrío con ironía. Y por alguna extraña razón Linzie suelta un extraño bufido.

—¿tú no ser suficiente? Sí claro – murmura.

—Eso no sonó a un cumplido.

—Amelia, eres una supermodelo, millonaria, con maravillosa personalidad ¿Quién no podría quererte?

—Mis padres – ingiero un shot de tequila a una preocupante velocidad.

Samuel conociéndome y sabiendo que lo decía medio en broma, ríe conmigo, pero los demás me miran con preocupación.

—Chicos...— digo. Pero me interrumpe el llanto de la rubia, me interrumpe.

Pero...

—¿a ti qué te pasa? – pregunta Samuel.

—¿Cómo alguien puede no quererte? Eres superamable, linda, cariñosa. Yo te quiero desde el primer segundo en que te presentaste ¿Cómo no quererte? – me abraza con mucha fuerza.

Me encojo de hombros.

—No sé.

—Eres un solecito – ella acaricia mi cabello como si fuera un gato.

—Mady, tiene razón – Linzie me abraza también.

—Chicas la están ahogando – Sel intenta ayudarme.

—Déjalas, estoy recibiendo más amor en este momento que en toda mi infancia.

Siento un tercer par de brazos. Todas miramos de reojo a Samuel.

—A mí tampoco me abrazaron mucho de chiquito – explica.

—Perdón – me dice Linzie.

—No te preocupes, no lo sabías. No es como que yo hable de mis problemas.

Pensándolo bien, jamás le he contado mucho. No entro en detalles de mi infancia o familia. Vaya mierda...

No quiero hablar de mis padres.

Ellos son malos.

Creo.

—Voy a ser tu nueva madre – dice Mady.

—¿Qué? – Pregunta Sel, quien es abrazada por Dylan.

—Sí, seré tu nueva madre, Lia.

Mi cerebro no termina de procesar la información.

—Nunca voy a volver a salir con ustedes – responde.

—¿no piensas que Lia merece una buena familia?

HORA DE LA MUERTEWhere stories live. Discover now