HORA DE LA MUERTE

46 - Hora recoger los frutos.

Lexie. 

— ¿recuerdas algo de lo que paso anoche? – pregunto.

—Sí, recuerdo todo, o al menos la mayoría.

Todos nos quedamos en silencio.

—Amelia... — empieza Alex.

—No me diga Amelia, es raro. Siento que me están regañando.

—Lia... — rectifica.

—Así mejor.

—Sobre a noche.

—No sé qué paso, estaba sensible y ebria... No estaba pensando correctamente.

—Cuando las personas están bajo, los efectos de las bebidas alcohólicas suelen decir lo que no quieren o no pueden expresar sobrias – dice Blue.

Ella lo mira con los ojos entrecerrados.

—Es solo una observación.

—Bien. Tuve un momento de debilidad y terminé confesando algo que quiera decir hace mucho.

—¿Qué parte exactamente? – cuestiono.

—Básicamente todo. No quería decirles... Pues...

—¿qué nos quieres o lo otro?

—Alex... — lo regaño.

Lia cubre su rostro, apenada.

—Las dos.

—Si alguna vez, te hicimos creer que...— empieza Blue.

—No. No son ustedes, soy yo y...

Ella respira profundo.

—Y cosas del pasado, pero no es por ustedes.

La miro no muy convencido.

—De verdad, son buenas personas, solo que yo, por un momento. Sé que tuve que decirlo en mejores circunstancias, pero bueno, ahora lo saben.

Silencio.

—No sé qué decir...

—¿quieres que busque tequila para ver si te sueltas? – bromea Alex.

Blue hace un esfuerzo por no reírse y yo lo miro mal.

—Ledy – grita Lia y la sonrisa del castaño se desvanece – Atácalo...

La bolita de pelo corre hacia Alex y empieza a lamer sus pies.

—Alex madura. Amelia deja al perro – digo agachándome para tomar en brazos a Ledy.

—Él empezó... — se queja Lia.

—Blue diles algo por favor...

—¿y yo qué? - preguntan en tono de burla.

—Volviendo al punto de esta conversación. Nadie se va a ir sin dar explicación alguna... — empiezo.

—Hablaremos de nuestras molestias de preferencia sobrios – agrega Blue.

—¿Por qué hablan como si fuera niña chiquita?

—Ese no es el punto.

—Pasamos mucho tiempo hablando de nuestros problemas... — se queja Alex.

—Es mejor que guardarnos todo y explotar eventualmente – responde Blue.

—La verdad sí... — susurra Lia.

Ella nos mira pensativa.

—Perdón. No debí pensar eso de ustedes. Ustedes no lo merecen.

—Está bien... Debo admitir que tal vez yo tenía un sentimiento parecido... — confiesa Alex.