Twenty-one

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Al día siguiente, Yoongi no vio ni mucho menos habló con el primo de Jungkook, éste no deseaba salir de la habitación y mantenía preocupado al pelinegro. Aunque su alfa se encargaba de que comiera y tampoco había ido al trabajo para asegurarse de que estuviera bien.

—Me siento inútil, no sé cómo ayudarle a tu primo.—murmuró Yoongi con un puchero mientras observaba como Jungkook preparaba en una tetera un poco de té de manzanilla.

—Tranquilo, justo ahora Tae necesita espacio, ni siquiera habla conmigo, solo come lo que le llevo y ya.

El alfa se veía agobiado sobre el tema y el omega no sabía cómo hacerlo sentir mejor a él tampoco.

—Oh.—dijo Yoongi al recordar algo.—¿Le gustan los pasteles? Ayer hornee uno para ti, alfa, pero, tal vez un poco de dulce lo haga sentir mejor.

Jungkook le sonrió en agradecimiento y asintió.—Apuesto a que sí, sino mal recuerdo es muy fan de lo dulce.

Ante la respuesta, el omega se emocionó al instante, por fin podría ayudar un poco, correteó hacia el refrigerador y la abrió para sacar el pastel.—Este es, alfa.—murmuró tomándolo con ambas manos y caminando hasta el taburete en donde Jungkook preparaba el té. —Espero que le guste.

Jungkook dejó listo la jarra con té y observó el pastel hecho por el pequeño pelimenta para luego depositar un beso en su sien.—Huele muy bien, amor, has hecho un gran trabajo, gracias. —mencionó con cariño mientras abría uno de los cajones del chinero para sacar un cuchillo y partir el pastel.

El omega se sonrojó y una pequeña sonrisa floreció en sus labios, un casi inaudible de nada escapó de sus labios y se mantuvo junto al alfa mientras terminaba de preparar la merienda de Taehyung.

—¿Quieres acompañarme?—preguntó Jungkook.

Yoongi se puso nervioso al instante, recordando la charla que ambos tuvieron al despertar, el pelinegro le había contado todo lo que había pasado, desde la pelea que tuvo con Seokjin, Taehyung siendo la pareja destinada de su mejor amigo y este rechazándolo.

Obviamente era su culpa, en su cuello llevaba la marca de Seokjin y probablemente Taehyung le odiaría.—No... No sé si es buena idea.—murmuró inseguro el omega.

—Claro que sí, Taehyung tiene muchas ganas de conocerte y entre los dos podríamos distraerlo.

Yoongi suspiró y tomó el plato blanco en donde estaba la rebanada de pastel que Jungkook acababa de cortar.—E-Está bien, iré contigo alfa, espero no molestar a Taehyung.—murmuró con el mismo tono.

El más alto besó su frente para luego volver a guardar el resto del pastel dentro del refrigerador.—Amor, tu no tienes la culpa de nada, recuérdalo, él lo tiene muy presente también.​​—respondió Jungkook en voz baja.

El omega inhaló fuerte y asintió.—Te creeré, haré lo posible para hacerle sentir bien.—dijo un poco más seguro y con calma.

Jungkook le sonrió con cariño y ahora tomó la tetera de porcelana blanca hueso junto a una taza del mismo material y empezó a caminar en dirección a la habitación en donde se encontraba Taehyung, Yoongile siguió algo lento, seguía un poco nervioso al no saber que reacción tendría el castaño cuando entrara.

Cuando estuvieron frente a la puerta de madera, Yoongi le ayudó a abrirla y permitió que Jungkook entrara primero.—Taehyung, te hemos traído algo de comer.-dijo Jungkook en voz baja.

El mencionado se encontraba cubierto por completo con la sábana blanca, Yoongin o pudo evitar arrugar su nariz al darse cuenta que el aroma amargo de Taehyung empezaba a mezclarse con la de Jungkook y él en la habitación.

Alpha • KookgiWhere stories live. Discover now