Alpha • Kookgi

Thirteen

Yoongi fue quien decidió la película, Jungkook solo recordaba que era animada, más que todo porque solo la empezaron y en algún punto que él, no estaba seguro cuando sucedió, se encontraba de nuevo comiendole la boca a su omega.

Podría escuchar los melodiosos gemidos del pelimenta por el resto de su vida, eran tan adictivos como el resto de él.

Había una molesta vocecita gritando en su cabeza que parara, que no podía continuar mientras estuviera la marca de otro alfa sobre su piel, pero ya a ese punto donde el omega había logrado arrancarle la camiseta, no podía pensar con sensatez.

^Jeon Jungkook, última advertencia, luego vas a estar insoportable por tu falta de autocontrol ¿Y qué haré yo? ¡Gritar TE LO DIJE!

Jungkook gruñó contra los labios del omega quien gimió y su cadera se alzó para rozarse contra el bulto dentro del pantalón del pelinegro quien alejó sus labios del omega, solo para tratar de quitarle la camiseta sin lastimarlo y una vez fuera, regresó a ellos para un beso más hambriento.

.^¿Te gustaban los oxalis, no? Quiero ver que flores llevar en tu funeral.

Jungkook apoyó entonces sus brazos a cada lado del omega y lo observó.

Los ojos de Yoongi se encontraban dilatados y su respiración era acelerada, las manitas del omega tocaron su rostro, buscando atraerlo de nuevo a sus labios rojos.—Alfa... Bésame.—pidió el pequeño pelimenta con la voz ronca.

El alfa en respuesta llevó su dedo pulgar al labio inferior del omega y lo acarició.—No puedo negarme a ti, lo sabes.—murmuró.—Pero piensa bien en lo que me pides, recuerda lo que llevas en el cuello.

Y los brazos de Yoongi cayeron a cada lado de su cuerpo, su corazón dolió ante el sentimiento de rechazo y como antes, se sintió sucio, incorrecto para su alfa.—Y-Yo...

Jungkook besó sus labios con rapidez, cortando sus palabras.—No me malinterpretes, Yixing me dio unas cuantas indicaciones que debo seguir para evitar que el ardor en tu cuello se intensifique, por ahora, mi cielo, por mucho que lo quiera, no puedo hacerte el amor.

Luego de decir aquello, Jungkook se levantó y las manos de Yoongi buscaron evitar aquello, pero fue imposible.—Jungkook, no me dejes.—Pidió con un repentino sentimiento de angustia en su pecho.

El pelinegro le vio preocupado y no tardó nada en sentarse a su lado para besar su frente.—Solo tomaré una ducha, cariño, lo haré rápido y volveré contigo, lo prometo.—dijo con seguridad, acariciando la mejilla del omega.—Luego, si tu quieres, puedes también ducharte.

—Lo único que quiero es que te quedes conmigo y me des mimos.—refunfuñó causando que Alfa besara de nuevo su frente para luego levantarse.

—Seré rápido.—Aseguró el mencionado y cuando el pequeño pálido hizo el amago de levantarse tras él, lo detuvo.—Quédate ahí, no puedes ir conmigo.

—Pe-Pero...

—Obedece, cariño, puedes dormir mientras tanto o continuar con la película.

Y sin esperar respuesta del omega, caminó a paso rápido hacia el baño y se encerró en ella.