Alpha • Kookgi

Five

Lo supo apenas despertó, estaba rodeado por el aroma de su alfa pero él, no se encontraba cerca.

Se sentó sintiéndose completamente descansado y tomó el material que le cubría.

Era el saco que el pelinegro había estado utilizando, lo llevó hacia su pequeña naricita e inhaló, ahí estaba, café y mentas.

Frotó la tela sobre su nariz, encantado de tener tan cerca aquel aroma, pero, no era suficiente.

Sus labios temblaron, hace poco había tenido a su alfa sujetándole, si tan solo no se hubiera quedado dormido, él seguiría a su lado, buscando una solución a su marca no deseada.

Se levantó sin soltar el saco del alfa y caminó a paso lento fuera de aquella pequeña habitación.

—¡Por fin despiertas, bello durmiente— Yoongi saltó asustado y observó al pelimorado sentado en la silla de su alfa, pero no pudo evitar emocionarse y con saltitos llegó hasta él.

—¡Señor Namjoon, funcionó! Mi alfa habló conmigo por fin y él dice que pensará en algo para que ya no tenga esta marca.

El mencionado sonrió, el vacío que había visto en los ojos del omega los días anteriores había desparecido y en cambio brillaban llenos de esperanza y amor.

—Te lo dije, Jungkook suele ser un cabezota pero me alegra que esté dispuesto a ayudar, por ahora, él me ha pedido que comas mucho y que luego te marches.

Él omega  parpadeó ante lo último, sus labios temblaron y sus ojos se cristalizaron.—¿Qu-Qué me marche?

—No te lo tomes como rechazo.—pidió al ver la reacción del omega.—Jungkook tenía una junto a las tres y tuvo que irse, estas suelen tardar de una a dos horas y prefiere que vayas a casa para que no te aburras.

El más pequeño puchereó.—Pero yo me quiero quedar a esperarlo...

—Vamos, Yoongi, no se lo pongas tan difícil, él dijo que cuando se desocupe te llamará.

El otro dejó salir un largo suspiro y observó el saco en sus manos.

—¿Crees que puedo llevarmelo?-preguntó alzando el saco.

—Por supuesto que puedes llevártelo, es mas, dame un momento.—Namjoon se levantó del asiento y caminó hacia el pequeño cuarto, mientras tanto, Yoongi se puso el saco oscuro que le quedaba algo grande y sonrió llevando las mangas a su nariz para olerlo.

Observó la mesa que estaba en la esquina derecha de la oficina frente a un sofá de cuero negro.

Había infinidad de platos de diferentes tamaños en ellas al estar tapados no sabía lo que contenían específicamente, pero sabía que era comida.

Y luego de tantos días, su estómago rugió, estaba listo para atacar los platillos ahí mismo así que caminó hasta el sillón y se sentó.

—Listo, llevate esto también.— Apareció el híbrido quien caminó hasta él, llevando una pila de camisas blancas formales.

—Oh, no creo que a Jungkook le agrade la idea de que me lleve su ropa.—Murmuró tomando uno de los platos grandes, lo destapó, encontrando pollo encebollado dentro.

—Tonterías, a él no le va a importar, tranquilo.—aseguró el híbrido empezando a doblar la ropa para que no sea tan difícil de transportar.

—Gracias por ayudarme, ¿cómo podría agradecerle?

—Tratándome de forma informal tal vez.—Respondió el mayor ocasionando que él omega se sonrojara , bajando la mirada.

—Disculpe si le incomoda, papá siempre dice que tengo que ser muy respetuoso con las personas que trabajan junto a él, especialmente si se trata de una raza diferente al mío.