Alpha • Kookgi

twenty five

Jungkook supo que algo malo pasaba apenas entró a la casa de Yoongi y solo lo confirmó al escuchar el llanto del omega a lo lejos, lo que le hizo correr guiándose por ello hasta llegar al comedor.

Gruñó ante lo que se encontró, su omega en el suelo, llorando desconsoladamente y el maldito alfa Kim con las manos puestas en sus hombros.

Ante su gruñido el otro alfa alzó la mirada para verle, Yoongi también lo hizo, con los ojos inundados de lagrimas.

-A-Alfa.-lloriqueó el omega mientras trataba de levantarse, Seokjin trató de ayudarle, pero Jungkook volvió a gruñir más fuerte y se acercó por fin a su omega para envolverlo con sus brazos.

-Aléjate de él.-demandó.

Seokjin dio un paso hacia atrás, intimidado al toparse con los ojos en un vivo color rojo del alfa y recordando el final que había tenido su nariz antes.  -

-Hice lo que tenía que hacer.-dijo Seokjin.-Rompí la unión entre ambos, es por eso que está así.

-Alfa, alfa.-rogaba Yoongi entre hipidos mientras aferraba sus manos en la camisa de manga larga que Jungkook estaba usando.

-No quiero que te le vuelvas a acercar.-mencionó Jungkook en el mismo tono de antes, alzando un poco el cuerpo del pequeño omega para que éste abrazara con las piernas su cintura.-Ni a Yoongi, ni a Taehyung.

-Yo... Lo siento mucho.-murmuró Seokjin bajando la mirada.-Por todo lo que hice y...

-Ahorratelo.-le cortó Jungkook.-No quiero escucharte ahora, necesito sacar a mi omega de aquí.

Seokjin apretó la mandíbula, pero solo asintió.

Jungkook empezó a alejarse entonces y justo cuando estaba saliendo del comedor, el padre de Yoongi apareció con una expresión confundida.

-Pero ¿Qué pasó? Solo salí por unos minutos ¿Qué le pasa a mi hijo?-preguntó preocupado.  Jungkook continuó entonces con su andar.

-Hablaré con usted después, señor Min.-Impuso el alfa. Ignoró las voces tras él y caminó fuera de la antigua casa de su omega, tanto la puerta principal, como el portón seguían abiertos, así que salió rápidamente.  Caminó directo hacia la puerta del copiloto para dejar a Yoongi ahí, había dejado sin llave el auto así que simplemente la abrió.

-Listo bebé, iremos a casa ahora.-susurró Jungkook agachándose un poco para sentar al omega en el asiento de cuero.

-No, no, no me dejes.-pidió cuando empezaba a separarlo.

-Solo mientras conduzco, estaré justo a tu lado en un segundo.-aseguró Jungkook.  Yoongi negó y tanto sus brazos como piernas se aferraron más a su cuerpo.

-¿Necesitas ayuda?- Aquella voz familiar hizo que mirara al frente, sorprendiéndose al ver a Namjoon quien iba de la mano de un rubio más bajito que él.

-¿Namjoon? ¿Qué...?-Jungkook se interrumpió, eso no era lo importante en esos momentos.-Si, necesito ayuda.

El pelimorado se cruzó la calle de inmediato, jalando al rubio quien no se veía a gusto con la situación.  -Bien, sube te llevaré a tu casa.-dijo Namjoon abriendo la puerta trasera.-Minnie Pooh, sube, luego seguiremos con la caminata.

Así que él era el famoso Jimin, no lo intuyó ya que el rubio estaba usando un sombrero de lana que ocultaba sus orejas.  -Como sea.-dijo éste de mal humor.- Espero y no se me peguen las pulgas.

Jungkook ya se encontraba sentado cuando Jimin dijo aquello, acomodando a Yoongi para que estuviera cómodo y tratando de ponerles el cinturón de seguridad.