Capítulo 16

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Katherine vio el móvil curiosa

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Katherine vio el móvil curiosa. Amanda no solía llamarla en esa hora entre las cuatro de la tarde y siete de la noche. La hora de la meditación era para unir su circulo con sus ancestros a través de ella. Odiaba recibir cualquier zumbido de un aparato como el teléfono, pero si su hermana lo hacia aun sabiendo ello, era porque algo ocurría. Tomó el dispositivo y devolvió la llamada sin respuesta alguna. Respiró hondo.

Buscó el control del televisor y lo encendió. Dio justo con las noticias del día. El mundo era amplio, bastante, tenía todo tipo de información, pero era en sus pequeños gestos donde el don de Katherine actuaba. La periodista daba con detalle información de un robo hecho a mano armada en la cota mil. La información no le importaba para nada, lo que le interesaba era la energía mostrada a través de la pantalla y lo que veía le desagradaba. Nada. No había información del oriente del país ni sus alrededores. La investigación era ocultada por algo más.

Sus manos se tornaron puños que estrelló contra la mesa en varias ocasiones. Trató de tragar su molestia mientras apretaba los dientes. Era Natural encontrar información de su ciudad aun cuando no sucediera nada a través de la televisión o el teléfono, pero ninguno mostraba nada y se empezaba a frustrarla. Que alguien más estuviera silenciándolo le hablaba de la existencia de un circulo que actuaba por cuenta propia.

Alzó la mirada incluso antes de que alguien tocara la puerta. Ana la atravesaba sin siquiera llamar antes. Sus ojos lucían perturbados. Notó el televisor encendido y el rostro pálido de Katherine.

—¿La encontraste? —preguntó Katherine.

Ana tragó hondo.

—No —dijo a duras penas—. Tomás no la encontró en la universidad, fui a su casa inmediatamente y no estaba ahí. He buscado a Amanda y no la encuentro igual.

—¿Amanda? —preguntó curiosa.

—Me llamó inquieta, algo la perturbaba —dijo en tono serio.

—Lo sintió —murmuró Katherine.

Tomó asiento con la vista en la nada pues trataba de hilvanar cada información dada. Amanda era d esas personas que actuaban en consecuencia de alguna situación inusual y lo que sea que ocurra con Lily lo era. Iba más allá de un simple capricho de su hija.

—Necesito ubicar a Amanda —respondió Katherine.

—Pero si la he llamado mil veces y no responde! —exclamó Ana—. Debe haber otra forma, intenta de nuevo.

—No, sería malgastar tiempo —lanzó.

—¿Malgastar? —Ana bufó.

Katherine estaba en ese borde donde el miedo y la preocupación empezaban a hacer coalición en ella, sin embargo aunque se encontraba ahí sus emociones las controlaba de manera en que Ana no podía. Ana era una antorcha. Era de las personas que al recibir un poco de algún activador se encendía y eso estaba bien cuando se trataba de proteger a Lily, pero en ese instante ella necesitaba pensar con cabeza fría. Razón por la que ella daba las ordenas, ella estaba al frente del circulo a pesar de que los ancianos estaba detrás de Katherine como fantasmas hambrientos y aguardando el momento en que fallara. Ese no sería el momento.

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