Confesiones

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—Dos meses, mi flaca —Brayan esbozó una sonrisa radiante cuando extendió hacia su novia un pequeño ramillete con una rosa blanca y hojas de eucalipto.

Natalia no contestó, sabía que se le quebraría la voz si intentaba pronunciar un monosílabo siquiera. Le dió un beso profundo a su novio para prolongar su silencio hasta que no hicieran falta contestaciones.

—Ponte más bella, flaca, que vamos a cenar hamburguesas en el centro.

Como ya estaban en la habitación de Natalia; Brayan solo se relajó sobre la cama mientras ella se desvestía y envolvía su cuerpo en un paño para irse a bañar.

Al quedar solo entre las cuatro paredes, Brayan recordó que todavía no le había contado a su mamá que no llegaría a casa esa noche porque planeaba quedarse con su novia hasta el amanecer, sacó el celular de su bolsillo para avisarle, pero éste le pidió batería con urgencia como un último aliento antes de que el rostro de Brayan se reflejara en la pantalla apagada.

—Coño e' la madre —se quejó en voz baja.

Aunque había llevado la moto, tenía una flojera inmensa de ir hasta la casa solo a decirle algo a la señora Azucena, así que buscó con la mirada el teléfono de Natalia, lo encontró sobre el escritorio que usaba para hacer sus tareas.

Como había grabado su huella dactilar antes de regalárselo, pudo desbloquearlo sin problemas. Lo hizo sin malas intenciones, por el contrario,le pareció correcto, puesto que la huella de Natalia también estaba grabada en el celular de él.

Después de acceder a la mensajería y avisarle de su llegada al amanecer a su reina madre, se fijó en el fondo de pantalla; era una foto de Natalia junto a sus dos amigas en su salón de clases. Brayan al ver que tenía la misma fotografía de fondo de pantalla principal y de bloqueo; se metió en el menú de aplicaciones, pretendiendo encontrar la galería para buscar una foto donde saliesen ellos juntos para establecerla de fondo principal, pero una aplicación en particular llamó su atención antes de encontrar el ícono de la galería... Natalia tenía dos calculadoras, y reconoció una en particular porque él también la usaba antes de tirar sus comportamientos desordenados para tener una relación seria.

Brayan cerraba y abría su mano libre inconsciente y tenía el ceño ligeramente fruncido. En otra ocasión, le habría restado importancia y esperaría unos días para preguntárselo directamente a Natalia, pero no entonces; no cuando había estado actuando de manera extraña, no cuando ella empezaba a evadirlo sin explicaciones y se mostraba más sentimental cuando él la buscaba, no cuando últimamente aparecía de la nada con dinero para arreglarse en cabello y comprarse ropa nueva, en ese momento, lo que menos pensaba hacer era sentarse a esperar explicaciones sobre la existencia de esa segunda calculadora.

Intentó desbloquearla con la fecha oficial de su relación y no accedió a ninguna bóveda secreta, así que probó una segunda vez con la fecha de cumpleaños de ella y, esta vez, la aplicación le mostró las carpetas ocultas.

Su respiración comenzó a acelerarse mientras pasaba y pasaba diferentes fotos de Natalia sin ropa, videos donde se tocaba los senos con coquetería frente al espejo, o boomerangs donde sacaba su lengua y hacía movimientos lascivos con ella, también GIF mordiéndose el labio inferior. Fotos de su intimidad, de sus tetas descubiertas y de sus nalgas sin ropa interior. Aquella revelación de demostraciones sensuales gráficas sin tabúes, en lugar de excitarlo, desató en él unas intangibles ganas de llorar de la desesperación.

Porque él no recibía ninguna de esas fotos ni videos, al menos no con regularidad, ninguna de todas las que acababa de ver; porque a pesar de lo que acababa de descubrir, todavía tuvo la valentía de irse a la galería y buscar una foto de ellos juntos, pero no consiguió ninguna.

Bajo la misma arepaWhere stories live. Discover now