Fuego | SEKS #5

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Hola <3 Quería dejar una notita breve antes del capítulo para evitar conflictos en los comentarios. Como saben, yo siempre digo que lo que hagan/ digan los personajes no siempre es lo que me representa ideológicamente, pero no por eso me gusta que estén dale y dale hablando mal en los comentarios. 

Porfa tenga un poquito de respeto y háblense con cariño. 

Por otra parte, veo muchos comentarios diciendo que les fruta la actitud de Alexis y lo entiendo, leer sus dudas e inseguridades pueden ser cansino pero entiendan algo: Alexis vivió toda su vida con miedo, sus progresos van a ser lentos y, por mucho que parezca, el "tiempo" de historia, desde que empezó esto con Bruno es de apenas unas semanas y si somos lógicas, las personas reales no cambiamos de un día para el otro, especialmente ocn cosas y miedos que tenemos tan arraigas. No es una queja, sino un recordatorio para que lo tengan en mente.

Por último, en este capítulo hay mención y una escena sobre el Ni Una Menos. No todas lo acompañan, no todas son feministas y cada quien es libre de pensar lo que quiera. Sustancialmente, no va a pasar nada si deciden no leer este capítulo por una decisión moral o por estar en desacuerdo con el movimiento feminista. Lo que sí les pido, es que se traten bien en los comentarios que hagan, sean de la índole que sea. 

Gracias,

Cas.

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El martes despierto con un mensaje del bombero.

Bruno: Buenos días, cielo.

El primer mensaje está acompañado de otro:

Bruno: Estrella, línea o círculo?

Tecleo una respuesta.

Alexis: Interesante forma de preguntar cómo dormi.

Alexis: Estrella. Qué tal tu noche?

Bruno: Dormí bien... Qué harás hoy?

Alexis: Tengo trabajo. Bastante. Tú?

Aprovecho el tiempo que demora en responder para despertar a Katia, ayudarla a preparar sus cosas para la escuela y desayunar juntas.

—¿Puedo llevar el cabello trenzado? —me pregunta, tras terminar de cepillarlo.

—Claro —me demoro algunos minutos en hacerlo y, cuando ambas estamos listas, salimos de la casa, de camino a su escuela. Añade nuevos detalles de la visita a Zaira hasta que llegamos y ella se detiene, observándome.

—Mami.

—¿Qué pasa?

—¿Rosi puede venir a casa esta tarde?

—Podemos verlo a la salida —le digo, mientras le paso su mochila.

—Está bien.

Me da un beso y la veo entrar en su escuela, saludando a todo el mundo. Quizás está a tiempo de salir sin tanto daño de mi forma de criarla y su maestra, que me ve, me sonríe, señala a Katia y levanta el pulgar, lo que me da a entender que ella está mejor.

Miro entre las madres, tratando de ubicar a la madre de Rosi y me acerco a ella, tratando de pensar en qué decirle.

—Hola —bien, es un buen comienzo —. ¿Eres la madre de Rosi, cierto?

—Si, soy Anahí —se presenta —. ¿Tú eres la de Katia?

—Si. Soy Alexis —sonrío —. Yo... Bueno, Katia me preguntó si Rosi podía venir a nuestra casa por la tarde —le explico —. Quisiera saber si tú la dejarías y obviamente también puedes venir —me apresuro a añadir.