Capítulo XII

1.3K 223 75
                                    


El olor a sangre era fuerte y amenazaba con hacerme vomitar, sin embargo, lo primero que hice fue llamar a mi cachorro, ya que, a mi llamado no podría responder Gulf, pero obviamente dónde estuviera Milo, también lo estaría su madre. En el fragor de la lucha, maté a algunos lobos, pero como la rata rastrera que mi padre era, cuando vio que iba perdiendo, me inyectaron algo que me puso lento y que finalmente me mandó a dormir.

Un leve aullidito rompió el silencio y lo seguí de inmediato, la droga que liberaron en casa hizo que no nos pudiéramos transformar, teniendo ventajas sobre nosotros, apenas vi a mi bebito, corrí a tomarlo en mis brazos para asegurarme que estuviera bien, luego de verlo bien, empecé a buscar a Gulf y no lo encontraba por ningún lado, cuando escuché que se había quedado en la mansión para ganar tiempo y que Milo pudiera escapar, me llené de miedo, así que rápidamente corrí a casa con mi bebé, todo el camino me fui rezando a la Diosa Luna que mi moreno estuviera bien.

Cuando iba a la segunda planta de la mansión, sentí de nuevo el aroma nauseabundo de la sangre y muerte, así que le entregué mi pequeño a War y subí a ver qué pasaba, cuando abrí la puerta y vi a mi moreno tirado, con su piel canela ahora pálida, sus ojos cerrados, lleno de sangre y heridas, sentí que moría.

Con el mayor cuidado que podía, tomé su cuerpo y descubrí que estaba frío, demasiado frío –Amor, querido Bii, dije acariciando su mejilla y tratando de que abriera sus hermosos ojos –Ya estoy aquí, Milo está a salvo, sólo falta que tú abras tus ojitos.

Sólo me separé de mi moreno, cuando entró Tul con el sanador de la manada –Alfa déjeme revisar a su pareja, dijo el hombre con suavidad, sin embargo, me negaba a dejar que alguien tocara a Gulf, menos si no tenía claro si estaba en mi contra o no.

-Es de los nuestros Mew, dijo Tul tomando mi brazo para que soltara a Gulf, cosa que hice solo cuando lo coloqué en la cama –Saquemos a estos bastardos de aquí.

Mi amigo asintió y tomó el cuerpo de uno de los traidores que estaba muerto, yo hice lo propio con el otro que estaba cerca de la cama –Deja los cadáveres en el centro de la manada, empálalos y muestra a todos lo que les pasará si piensan en traicionarme, dije mirando a Tay que era uno de mis centinelas de confianza –Encuentra a todos los traidores y enciérralos en el calabozo, ahora debo asegurarme que mi pareja mejore, pero cuando esté bien los mataré a todos.

Sin decir más, vi cómo se iban y yo volví al cuarto dónde estaban curando a mi moreno, grande fue mi sorpresa cuando vi a mi sanador sumido en sudor y con una cara de cansancio que hacía parecer que llevaba días sin dormir - ¿Qué está pasando Klaus?, dije entendiendo que esto no era normal, un cambia formas se curaba mucho más rápido que un humano y si bien las heridas de Gulf eran severas, no debería estar tardando tanto en recuperarse - ¿Por qué no mejora?

-Las heridas de su mate son profundas y tuve que invertir mucha energía en sanar la perforación del pecho, dijo colocándose de pie y sacando las manos del cuerpo de mi amado Bii –Pero lo han envenenado y no sé qué sustancia ingresaron a su cuerpo, estoy invirtiendo todo lo que sé y tengo, para que esto no termine destruyendo sus órganos.

- ¿Cuál es el pronóstico?, dije sintiendo mis manos temblorosas y sudadas.

-Aún es pronto para decirlo, dijo volviendo al cuerpo de mi moreno, cuando comenzó a quejarse, sin decir más me senté en el sillón al lado de la cama y me dediqué a ver como mi moreno luchaba en esa cama por mantenerse entre nosotros, cuando Klaus logró que Gulf pudiera dejar de convulsionar me quedé dormido y sólo desperté cuando sentí la voz alterada de mi sanador.

MiloWhere stories live. Discover now