Capítulo XX

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Entré al cuarto para ver como Gulf amamantaba a la pequeña Marie, mientras Alexander dormía a su lado, con suavidad me senté a los pies de la cama, para ver como mi pequeño Bii ronroneaba para arrullar a los cachorros, era tanto el relajo que sus ronroneos y feromonas provocaban, que hasta Milo estaba dormido a su costado.

- ¿Cómo te sientes?, dije viendo sus ojeras y algunos moratones que invadían su piel, producto de lo que había vivido hace apenas cuatro días, aun recordar que pude haberlo perdido a él y mi cachorro, me llenaba de angustia - ¿Necesitas algo?

-Agua, dijo sin dejar de acariciar a la pequeña cachorra, que con sus ojitos cerrados se alimentaba, sin hacer ruido fui a la mesita de noche y llené un vaso de agua, el cual acerqué al moreno que me agradeció con una sonrisa - ¿Supieron quiénes eran los otros lobos que nos acechaban ese día?

-Si, eran familia del alfa de Zomarie, como entraron sin autorización a nuestras tierras, les prohibimos el paso, así que no pueden volver a acercarse, dije viendo como asentía y lentamente suspiraba, dejando un beso en la frente de la pequeña, la acomodó sobre su hombro para sacarle el aire.

- ¿Ellos saben de Marie?, preguntó con tanto temor en su voz que me enterneció, el saber que había decidido cuidar a una bebé que no era suya, sin importarle nada, me hacía amarlo más aún si era posible - ¿Pueden intentar llevársela?

-No amor, dije acercándome a él y acariciando su brazo –Ellos creen que Zomarie murió sin dar a luz, sólo el lobo que los atacó sabía que alcanzó a parir.

-La manada piensa que ambos cachorros son míos, dije viendo como asentía y suspiraba más tranquilo.

- ¿Estás de acuerdo con eso?, preguntó bajito, casi temiendo mi respuesta –No es justo que haya tomado esta decisión solo, pero le prometí a ella que cuidaría de su bebé, Zomarie se sacrificó por mí y Alexander, no puedo fallarle en su último deseo.

-Claro que estoy de acuerdo contigo bebé, la cachorra es tuya porque tu corazón así lo decidió, eso hace que también sea mía, sin olvidar que también es de mi manada, dije tratando de transmitirle la sinceridad de mi alma, obviamente estaba dispuesto a criar a esta pequeña bebé como si fuera mía, más porque a su madre biológica le debía la vida de mi moreno y cachorrito –Pero debemos hablar de nosotros.

-Lo sé, dijo acostando a la pequeña al lado de Alexander y Milo, con cuidado se puso de pie y caminó hasta mi cuarto, claramente era el mejor lugar para hablar sin molestar a nuestros hijos, luego de sentarse en el sillón que estaba en la esquina de mi cuarto guardó silencio.

-Lamento mucho haber permitido que Zomarie volviera a la manada sin decirte, estuve tan inmerso en mi idea de lo que era beneficioso para ti, que me olvidé que lo mejor era que tu decidieras, que era lo más sano y adecuado, dije siendo completamente honesto, sincerando mi corazón frente a él –Pero también quiero que sepas que fui egoísta, tenía terror de que recordarás nuestro pasado juntos, porque te dañé tanto, que pensé que si lo rememorabas no habría vuelta atrás.

- ¿Por qué pensaste eso?, dijo afirmando la espalda en el respaldo y mirándome con atención, claramente estaba estudiando cada uno de mis gestos –No tenía lógica que lo hicieras, no cuando decidí darte una segunda oportunidad, pese a todo lo que vivimos en el pasado.

-Soy un idiota Gulf, además de que, pese a que pasamos algunas noches juntos antes de que nos atacara mi padre, no estábamos en una relación,  dije recordado que él no me había dicho que quería estar conmigo –Tu viniste de visita, pero ibas a regresar a tu hogar y yo no quería perderte nuevamente.

MiloWhere stories live. Discover now