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Tohbías

Escucho el "Te Amo" de Molly y es música para mis oídos, después de estar separados casi una semana lo menos que esperé es que algo tan fuerte fuese a salir de sus labios. Sé que para ella es difícil tener que decir esas cosas y que lo diga me demuestra que de verdad lo siente.

Me siento feliz , aliviado de que se haya resuelto todo. Gracias a mis instintos sin ellos creo que ahora mismo no estuviese escuchando esas palabras de la boca de mi mujer.

¡Joder!

Aún hasta tengo que pensármelo tres veces, no lo asimilo, jamás pensé que Harry fuese capaz de hacerme algo semejante. Él para mi era como otro padre, me crié viéndolo junto a mi padre todo el tiempo y llegue a quererlo como mi familia. De Ellie puedo esperar cualquier cosa, una mujer despechada es lo más peligroso que puede existir, de eso estoy convencido, pero que Harry me haya hecho tipo Judas dolió.

Hasta mi padre está desbastado, antes de venir a por Molly pasé antes por su despacho y estaba todo a su alrededor en el piso. Computador, silla, libros, papeles, copas y hasta la mesa estaba volcada.

¡Sí! En eso salí a mi padre. Es como que esa es nuestra manera de sacar lo que tenemos por dentro.

Dentro de todos los insultos que me dijo de Harry en cuanto me vio, se que le duele también, si para mí Harry era como un padre, para mi padre era como su hermano menor. Ahora mismo deben estar interrogándolo, antes de hacer la conferencia pasé a la policía y dejé todas las malditas evidencias.

Veo que Molly baja la cabeza avergonzada ya que no escucha nada de mi parte, y me le lanzo encima. La rodeo con mis brazos y la levanto del suelo. En mi pecho luce insignificante, es bastante pequeña y delgada, aunque ahora mismo está bastante rellenita.

Inhalo el aroma de su cabello y suspiro.

—Yo también te extrañé preciosa — aseguro y me separo de ella pero mis manos no dejan su cintura y la miro directamente a los ojos—. Te Amo con la vida pequeña, nunca lo dudes y jamás te lastimaría de alguna forma.

Veo como le brillan sus ojitos y se cristalizan al momento, sonríe con felicidad y sin esperarlo me besa. Pero no es un beso suave y mucho menos delicado, es un beso cargado de deseo y amor, cargado de exigencia. Su lengua juega con la mía y yo sigo su ritmo sin rechistar. Mis manos comienzan a tocarle su cuerpo con descaro y ella solo me jala del cabello suspirando.

La levanto del piso y sus piernas envuelven mi cintura cierro la puerta y voy hasta la cama, la pongo sobre ella aún sin dejar de besarla. En la cama mis besos van bajando, sus labios, su mandíbula, su cuello. Succiono y jalo con pasión mientras ella solo se retuerce de placer. Mis manos quitan su pijama y sacan sus exuberantes pechos fuera de la tela.

Bajan mis labios a por ellos y me pierdo en sus pezones duros, Molly arquea la espalda en consecuencia y me alejo para sacarme la ropa.

¡Mierda debería aguantar más!

Pero extraño su cuerpo, lo que es estar dentro de ella. Ella me mira con las pupilas dilatadas y yo me pierdo en cada gesto que hace cuando me voy desvistiendo. Remoja sus labios rojizos con su lengua, su cabello esta desparramado por toda la cama y sus pechos firmes a la vista. Ni hablar de su abultada panza que tiene algo nuestro creciendo dentro.

¡Con solo verla siento que me puedo correr!

Me lazo sobre ella y Molly abre sus piernas para recibirme gustosa. Toca mi pecho y baja hasta mi abdomen. Sus manos se quedan apretando y arañando mi espalda cuando me hundo en su interior.

AtándonosWhere stories live. Discover now