Kisaki fue atropellado por un camión... pero a diferencia de takemichi el cual rompe las leyes de la física al viajar en el tiempo. A Kisaki se le concede una oportunidad distinta, viajando al pasado de un mundo el cual no es el suyo.
¿Qué hará Kis...
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—¡Vamos, vamos!— Chifuyu arrastraba a la niña de ojos azules por toda la dulcería —¡Mira, allí están los Daifukus!— la ojiverde empezó agarrando uno de los dulces y se los llevó a la boca.
—Matsuno ¿Cuánto dinero te dio tu mamá para la salida de hoy?— pregunta la niña al ver como Matsuno empezaba a devorar todo a su paso.
—Esto.— la ojiverde saca de los bolsillos de su pantalón 4 billetes y se los entrega a Tetta, la contraria palidece al darse cuenta que esto no pagaría ni la mitad de lo que la pequeña estaba consumiendo.
—¡Matsuno-!— Tetta corrió a detener a la niña antes de que se acabara con más dulces de los que podían pagar —Vamonos a otro lugar.
Aunque la contraria no quería hacer no tuvo más opciones de ir tras Kisaki al ver que la iba a dejar atrás.
—¡Hey! ¿Se van a ir sin pagar?— una voz los detuvo de su perfecta huida —¡Les estoy hablando!— allí fue cuando las dos menores tuvieron que darse la vuelta y encarar el problema —¡Pagen lo que consumieron!
—Tranquila Hajime-Chan, yo pagaré todo lo que ellas consumieron, no se preocupen jeje.— dijo un joven de cabellos rubios y mirada amable al lado de un niño y la niña que les gritó —Y tomen esto también.— el joven les dos bolsas llenas de dulces.
—¡Akane-San!— se seguía quejando la niña.
—¡Gracias!— dijeron las dos pelinegros haciendo una reverencia para después salir corriendo de la tienda a toda prisa.
—Que agradable era ese chico.— le cometo sonriendo.
—Oyuki-San dijo que no le hicieras caso a extraños, él te pudo hacer raptado.— la regañó. . . .
—Bueno~ puede que no encontremos más amigos para ti Kisaki-Chan, ¡pero al menos tenemos dulces!
—(Aún no he podido encontrarme con alguien conocido aparte de Chifuyu).— pensaba la niña siguiendo los pasos de Chifuyu quien estaba cantando alegre mientras corría no tan lejos de ella por el parque.
La ahora niña iba tan inmersa en sus pensamientos que no notó cuando algo tropezó con ella.
—Aaaauch~.— Kisaki levanto la vista para encontrarse que se había tropezado con alguien que se encontraba durmiendo en el pasto del parque.
—¡¿Cuál es tu problema?!— una voz aniñada la confrontó, era una figura pequeña, cabellos de un color inusual entre pateando y rubio, con un corte bastante pegado a la cabeza —¡¿¿Es que aviso no te fijas??!
—¡¿Aahhg?! ¡¿Porque debería disculparme si tu eres la persona que está echanda en la mitad de camino?!— Tetta miro como el seño fruncido, ahora que miraba mejor al menor se dio cuenta de algo; pequeña estatura, pálido, escuálido y con unas cicatrices en las comisuras de los labios —(¿Sanzu? ¿Es Sanzu? El perro rabioso leal de Mikey~).— la sonrisa en el rostro de la niña delató un poco las malas intenciones que se están formando en su cabeza.
