Kisaki fue atropellado por un camión... pero a diferencia de takemichi el cual rompe las leyes de la física al viajar en el tiempo. A Kisaki se le concede una oportunidad distinta, viajando al pasado de un mundo el cual no es el suyo.
¿Qué hará Kis...
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Hirai Makoto
Otoño en Japón era conocido por sus intensas lluvias, fuerte viento y su clima helado, a diferencia del invierno que nieva bastante, los lagos se congelan y el frío es aún peor.
Ese día es como cualquier otro día en el invierno, lleno de mucha nieve que caiga desde el cielo.
—¿Tú eres Hirai Makoto?— en frente mío, delante de un auto de lunas polarizadas habían dos chicas de no más de 15 años, frente mío.
—Si, ese soy yo.— respondí mientras caia sobre mi la nieve, me habían liberado cerca de las 6 p.m., y no creo que mis padres vengan a recogerme con tanta nieve en el camino.
—Nos mandaron a buscarte.— dijo la otra chica abriendo la puerta del automóvil —Entra.
—Ya, claro.— sin más entré al automóvil —(¿Sera acaso que me enviaron a estas chicas buenas para festejar mi salida del reformatorio? Jaja nada mal~)— pensé mientras el automóvil se disponía a llevarme a quien sabe donde —Y díganme chicas~ ¿A donde iremos a festejar mi libertad?— las dos chicas voltearon la vista hacia la parte de atrás, mirándose y luego mirándome a mi.
—....Iremos a Adachi, cerca al río Ara.— respondió una de las chicas, y después de eso no hablaron nada ¿Iba a ser una fiesta sorpresa? Bueno~ no me quejare si hay chicas buenas. Fueron algo de 20 minutos de viaje en el automóvil
—Ya llegamos Hirai Makoto.— anunció una de las chicas, saliendo del auto y abriéndome la puerta para salir ¿Y eso?
—¿Y mis padres o mi abuelo donde están?— pregunté saliendo del auto, estábamos a las orillas del río, el viento y la lluvia hacían el lugar más tétrico de lo que debería —¿Y las chicas?— voltee la mirada hacia el auto pero este ya estaba en marcha para irse —¿¿Qué?? ¿Por qué se han ido?
—Porque ya cumplieron su misión.— respondió un voz femenina detrás de mi.
—¿Será que este es el regalo de mi abuelo?— pregunté en voz alta, dándole la vuelta para verla —¿Qué-?
—Cuánto tiempo sin verte, hijo de puta.— saludó alegremente la niña de cabellos negros frente mío, y al lado suyo habian 3 más.
Claro que la reconocía, Kisaki Tetta.
—Te trajimos aquí para saldar cuentas.— dijo una chica de cicatrices y buen busto.
—¡Vayaaa~! Pero si son Tetta, Hakkai, Haruchiyo y.... ¡Chifuyu-Chan!— exclamé alegremente corriendo hacia mi amada.
Vi como mi Chifuyu-Chan se estremecía por mi voz y se ocultaba atrás de Tetta, seguro que es porque le gustó tanto que le da timidez, que linda~.
—No nos llames por nuestros nombres, pedazo de mierda.— escupió Hakkai.
