Kisaki fue atropellado por un camión... pero a diferencia de takemichi el cual rompe las leyes de la física al viajar en el tiempo. A Kisaki se le concede una oportunidad distinta, viajando al pasado de un mundo el cual no es el suyo.
¿Qué hará Kis...
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Kisaki Tetta
Recordar como la pequeña chifuyu perdida y con una gran inocencia en sus ojos dejó que yo la guiara hasta su casa, en ese momento Chifuyu podia alzar facilmente mi escualido cuerpo.
Me lamentaba por el recuerdo de Momose, agachando la mirada al ver a mi madre, intuyendo las barbandades que le hacían, y yo no podía hacer nada más que ignorar eso.
Me lamentaba de la pobre Oyuki, a la que la sociedad simplemente despreciaba por ser una viuda quien era madre y padre para su única hija, cuando en la semana pasada, el dueño de la cafetería intento sobrepasarse con ella pero Oyuki se negó obteniendo un despido.
Me lamentaba porque intenté relacionarme con las personas fuerte, pero estás solo me miran con desprecio y con burla, ya que "¿Cómo una niña puede hacer algo como eso?" "Las Artes Marciales son para hombres" "Solo eres una niña, no puedes hacer nada" "Eres mujer, eres débil".
De lo que más me lamentaba era no darme cuenta a tiempo de las asquerosas intenciones que él tenia con Chifuyu, aquellos gestos de amabilidad solo fueron unos engaños para atraparla, lamento no haber podido ayudarla antes, porque mi orgullo me impedía ver que Chifuyu... no, que ellas no son un simple Peón, son mis amigas.
—Ch-chi....cas...— murmuró la pequeña niña malherida en la espalda de la mayor de todas —Y-yo... n-... no fui, yo... n-no qui...uise esto.... y-yo no l-lo provo...voque.
—Tranquila Chifuyu, la ambulancia ya esta en camino, Tetta la acaba de llamar hacer un rato, tu rranquila.— Hakkai intentaba hacerle platica a Chifuyu, intentando se tranquilice un poco —Pero por favor.... no cierres tus ojos.— Hakkai estaba llorando, la sonrisa que intentaba forzar la hacia ver aun más vulnerable.
—¡¡Ya estan acá!!— avisé que la ambulancia ya estaba a la vista.
—¿Escuchaste Chifuyu? Ya viene la ayuda.— susurró Haruchiyo, intentando no moverse mucho para no inquietar a Chifuyu que estaba en su espalda.
—Y-yo no l...lo qui...uise... no lo pro-voque...— Chifuyu seguia hasta con su último esfuerzo —Créanme... por favor.
—....Te creemos.— esas simples palabras hicieron que las chicas quebraron en llanto y que Chifuyu finalmente pueda cerrar los ojos.
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