Capítulo Especial: Las cicatriz en mi piel no son lo unico que esta sangrando

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—¡Deja de llorar!— el golpe que le dio Tekeomi hizo que el pequeño cuerpo de la niña de menos de 7 años terminará en el piso —Esto es solamente tu culpa, espero que te des cuenta de eso

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—¡Deja de llorar!— el golpe que le dio Tekeomi hizo que el pequeño cuerpo de la niña de menos de 7 años terminará en el piso —Esto es solamente tu culpa, espero que te des cuenta de eso.

—He-hermano po-por favor.— suplicaba la niña de hermoso cabellos rubios platinados a su hermano mayor, pero ni las lágrimas ni los gritos hicieron que las afiladas tijeras cortaran mechón por mechón de su delicado cabello —Hermano.

—Nunca debiste de molestar a Senju.— luego de decir esas palabras dejo a la mejor en su habitación.

—Yo no moleste a Senju.

Era cierto, Haruchiyo nunca molesto a Senju, solo que la menor de los Akashi tenía celos de aquellos largos cabellos que llegaban a la cintura de su hermana mayor. Así que lo único que hizo fue hacer un berrinche y llorar porque su cabellera nunca se podría ver como la de su hermana, y Takeomi al ver como su hermana pequeña lloraba, prefería sacrificar la paz de la menor para que su hermana favorita, Senju dejará de llorar y complacer todos sus caprichos.

—Yo solo quiero que Takeomi y Senju me quieran.— murmuró con tristeza mientras caminaba hacia la direccion del baño —Takeomi-nii sinpte me trata mal y Senju siempre dice mentira de mi.— la niña se miraba en el espejo, tenía los ojos hinchados y la marca de una mano en su mejilla, con ayuda de una silla subió hasta el estante en donde se encontraba la afeitadora de Taekeomi.

Ya sea por que Haruchiyo es de una madre distinta o porque su madre fue el detonante para que los problemas mentales de Akashi Miki salieran a la luz y matará a la inocente amantes de su esposo con una katana, haciéndole un corte profundo que iba desde el hombro derecho hasta le muslo izquierdo, matándola. Eso ocasionaría que llevarán a la madre de Takeomi y Senju a la cárcel, en donde se suicididaria poco tiempo después, dejando solos a sus hijo que al año de su muerte fueron abandonados por sus padre, dejando a Takeomi con la responsabilidad de Haruchiyo (la hija de la amante de su padre y la causante del arresto y suicidio de su madre) y a Senju (la hija de su madre y padre), era obvio quien iba a ser la favorita y consentida.

—Ya no quiero que Takeomi-nii me pegue.— la pequeña se terminó de rasurar el cabello, dejando parejo el poco pelo que le quedaba en el cabeza
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—Oye Haruchiyo no toques mis cosas.

—S-si, lo siento Mansaku-San.— se disculpo dejando la bella bokken en su sitio.

Era claro que se parecía mucho al arma que mató a su madre biologica e hizo que la madre de Senju entrará a la cárcel, solo que esta era de madera y se sentía perfecta en sus manos.

—Ya, ve a jugar connpos niños allá afuera, no entres por aquí, las niñas no pueden estar aqui.— "las niñas" siempre hacia sido así, siempre le restringian el paso a algunos lugares ya que era una niña, aunque eda regla no aplicaba con Senju, que siempre andaba acompañada de Takeomi.

La caída de la gran manipuladora... o eso creoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora