18.- Akuma

37 2 7
                                    

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedadde Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 2305.

18.- Akuma

Tikki cogió el prodigio cuando Viperion se lo ofreció. El secreto de las identidades debía perpetuarse, aunque a aquellas alturas la kwami no tenía muy claro si tenía algún sentido.

—Lo siento —musitó.

—¿Porqué te estás disculpando, Tikki?

—Por lo que está pasando.

Viperion la miró. Ambos ignoraron a Plagg que llegaba con su prodigio bien aferrado entre las patitas.

—No es culpa tuya.

No obstante, se sentía culpable. Si no le hubiese explicado a Marinette tantas cosas sobre los kwami y su relación con su portador y el guardián, podría renunciar al prodigio sin problemas, pero no podía y eso la estaba destruyendo lentamente.

Con un suave suspiro y los pendientes entre las patitas, Tikki, voló hacia a Adrien.

Le apartó el flequillo con suavidad, tenía mala cara y había perdido peso. Le preocupaba, pero no sabía cómo llegar a ella sin hacerla sentir incómoda o empeorar su situación. Además, él también estaba hecho polvo. Estaba el consejo de Alix, eso de usar la música,lo había intentado y no tenía muy claro si estaba funcionando o no. Odiaba los secretos. Odiaba la situación en la que estaban todos atrapados.

—No te preocupes, cuidaré de ella.

—Lo sé, Plagg.

—No le hagas daño a Ad... —Un torrente de burbujas verdes interrumpió sus palabras, el kwami se meció con incomodidad antes de ser capaz de hablar de nuevo—. A mi portador. Es un buen chico y la quiere mucho, a ambas mitades de ella.

—No es mi intención. Es mi amigo y alguien muy importante para ella.

Mister Bug hizo algunos estiramientos mientras esperaba a que Viperion se le uniese. Estaba tratando de no pensar demasiado en el hecho de que Luka conocía su identidad, porque aquello le daba una nueva dimensión a su petición de cuidado por Marinette y también a porqué no se había tomado muy bien su broma.

El eco de unos pasos le puso en alerta, se relajó al ver a Viperion acercándose a él.

—¿Sabes dónde está el akuma?

—No, Ladybug no ha estado muy atenta a ese detalle —explicó encogiéndose de hombros—. Era casi como si le diese igual.

—De acuerdo, lo buscaremos nosotros —respondió sin querer pensar en lo que Chat Noir acababa de decirle. Acarició la cabeza de la serpiente de su prodigio y tiró de ella con suavidad—. Segunda oportunidad.

Subieron por la escalerilla y buscaron con la mirada al akumtizado.

—Se llama Gros-dormeur, no dejes que te toque o te dormirás —susurró Chat Noir.

Viperion asintió, no tenía ninguna intención de permitir que eso ocurriera.

Le encontraron. A Viperion le pareció que era un niño, era pequeño y su aspecto estrafalario estaba decorado con múltiples colores vibrantes.

Encontrar el akuma, eso era lo primero. Viperion solía quedarse en segundo plano por si había que rebobinar el tiempo, pero tendría que ponerse al frente y provocar el ataque para ayudar a descubrir cómo vencerle. No poder contar con el poder destructivo del cataclismo era un problema, pero eso no podía detenerlos.

Sous le ciel de ParisWhere stories live. Discover now