29.- Un plan mayor

25 2 2
                                    

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 2155.

29.- Un plan mayor

Golpeó con los nudillos la puerta del cuarto de Adrien. La música de piano se detuvo y un suave «adelante» la sustituyó. Gabriel abrió la puerta y se encontró con la mirada curiosa de su hijo.

—Lo siento, padre, ¿te molesta la música?

Le pareció casi surrealista preguntarlo porque su padre siempre le había obligado a ensayar durante horas con el piano, pero la música de Kitty Section no se parecía en nada al tipo de música que él quería que tocase.

—¿Esa canción es nueva?

Los ojos verdes de Adrien se posaron sobre las teclas del piano como si sobre ellas estuviera escrita la respuesta.

—Sí, Luka nos envió las partituras de violín y la base en audio para que trabajásemos sobre ellas.

—¿Un violín en un grupo de rock? —preguntó, sonó curioso, no ofensivo.

Adrien tomó su móvil y reprodujo el archivo de audio, le fascinaba que un instrumento tan clásico pudiese sonar tan transgresor en las manos de Luka, por eso se estaba esforzando tanto en lograr lo mismo con el piano.

Gabriel cerró los ojos cuando la secuencia de notas rápidas se meció en el aire. La música de Luka siempre le hacía cerrar los ojos, era algo que Adrien envidiaba. Deseaba algún día ser capaz de provocar aquella misma reacción en su padre.

—Es muy interesante —musitó el hombre con un tono lleno de admiración—. ¿Te está costando adaptar tu parte?

—Un poco —admitió con una sonrisa tímida—. No sé tocar de oído como Luka, pero creo que voy por buen camino.

—Toca lo que tienes.

Miró a su padre sorprendido, era la primera vez que se interesaba por lo que tocaba con Kitty Section. Meció los dedos sobre las teclas blancas y negras y tocó con toda la seguridad que pudo reunir, era consciente de que aún sonaba brusco y precipitado, pero estaba orgulloso de sus avances. Observó de reojo a su padre que mecía la cabeza con suavidad siguiendo el ritmo de la música, su expresión era una máscara ilegible que no daba pista alguna de si le parecía bien o no lo que escuchaba. La última nota sonó cortante y Gabriel se aclaró la garganta.

—Es... interesante —murmuró, Adrien se preguntó si era un eufemismo para no decir que sonaba fatal—. Sé que cuando hayas acabado será una pieza formidable.

—Gracias, padre.

El hombre se puso en pie, dio una delicada palmadita sobre el hombro de su hijo y le acarició los cabellos rubios en un gesto desacostumbrado. Adrien no podía recordar la última vez que su padre se había mostrado tan cercano y afectuoso.

—Adrien. Tengo que salir de viaje durante unos días.

—¿Es que ha pasado algo?

—No, es por trabajo. Nathalie se quedará aquí contigo, si necesitas algo mientras yo no esté puedes pedírselo a ella.

No era del todo verdad, no tenía nada que ver con su trabajo como diseñador de moda. Tenía que ver con su otro trabajo, el de villano de París. Esperaba que el lograr su objetivo ayudase a que todo aquello compensase los años de hermetismo y sobreprotección, así como las mentiras. Quizás no lo pareciera últimamente, pero quería a su hijo, todo aquello lo hacía por él. Le observó desde la puerta, Adrien le miraba con aquellos ojos cargados de curiosidad. Valdría la pena, tanto sacrificio acabaría valiendo la pena.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sous le ciel de ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora