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Un rayo anuncio la lluvia que vendría después, creo que fue mi culpa el hecho de que no nos diéramos cuenta, ni de eso ni del tiempo.

Las 10:30pm marcaba el reloj grande de la sala de estar.

Después de prácticamente confesarle a Niall lo que sentía por él, me dedique a besarlo, de todas las formas posibles. Ahí en el suelo, sino fuera por el teléfono del departamento, hubiéramos seguido.

— Hola — respondí un poco agitado, mientras Niall se incorporaba del suelo, sentándose al estilo buda.

— Joven Mendes, disculpe la molestia pero queríamos saber si quería pedir un auto. Dado a la lluvia supusimos que no iba a conducir su motocicleta — hablo la recepcionista.

— ¿Lluvia? — pregunte confundido.

Niall quien se encontraba acomodando su cabello me miró con el ceño fruncido y después llevó su vista la pared de ventanas que se encontraba a un costado de nosotros.

Estaba lloviendo.

— Eh, en un momento te comunico mi decisión — dije colgando el teléfono.

Mire la hora en el reloj y maldije a mis adentros.

Era demasiado tarde, que irresponsable soy.

— Esta lloviendo — susurro Niall que ahora estaba mirando atraves del ventanal.

— Si... me llamaron para ver si pedía un auto para llevarte a casa — dije acercándome a él.

Él giro su rostro y me miró con atención.

— ¿Estas seguro de hacer eso?, esta lloviendo muy fuerte, cualquier persona que condujera con este clima estaría en completo peligro — hablo con preocupación.

— Tienes razón, no lo había pensado de esa manera — dije sincero y me cruce de brazos para pensar en una solución, aunque solo había algo que me pasaba por la cabeza —. Quédate aquí está noche.

— ¿Q-qué?.

— Esta lloviendo muy fuerte, es muy tarde y mañana es domingo, además Maura no regresa de Italia hasta el lunes — comente con rapides antes de que buscará alguna forma de rechazar la oferta.

Él me miro con asombro y luego su mirada se transformó en diversión.

— Y si digo que no quiero? — preguntó.

Sonreí — mandare a pedir el auto en el que nos subiremos para ir a tu casa, por lo tanto no arriesgaras solo ti vida por este clima, sino la del conductor y la mía también — respondí.

Niall entre cerro sus lindos ojos.

— ¿Estas seguro de que quieres que me quedé? — pregunto.

— La pregunta aquí es, ¿tu estas seguro de quedarte? — pregunte de vuelta.

— Ya le diste solución a todas mis posibles formas de contradecirte así que... supongo que no tengo problema con eso — dijo encogiendose de hombros con resignación.

Sonreí con victoria y pase mi lengua por mis labios.

— Por favor no hagas esa cara porque harás que me arrepienta de decir que si — hablo sonrojado.

— ¿Cuál cara? — pregunte con diversión.

— Esa en la que te ves tan atractivo y tus ojos son tan oscuros e intensos que parecieran ver atraves de mi — susurro — y luego lames tus labios y... — se detuvo porque me comencé a acercarme a él mientras hablaba.

— Y...

— Y n-no se q-que... p-pensar — termino de decir.

Yo sonreí y detuve mis pasos cuando estuve lo suficientemente cerca de él, acerqué mi rostro al suyo y cuando mis labios estuvieron a pocos centimetros de los suyos, decidí hablar.

¿Invisible?Where stories live. Discover now