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Solté una carcajada y negué divertido.

— Vamos Peter, muévete.

— No — dijo mientras recostada su cabeza en mi abdomen.

— Me estas aplastando — me queje con diversión.

— Eso no es cierto, no soy tan pesado — susurro con los ojos cerrados.

Sonreí y mire hacia la ventana, ya había amanecido. Mis manos acariciaban el cabello de mi novio.

— Creo que no podré caminar — susurre divertido.

— Si no puedes yo estaré dispuesto a cargarte — respondió.

— No hubieramos hecho esto toda la noche — dije divertido — ya hasta salio el sol.

— No dijiste nada mientras lo hacíamos — comentó de forma burlona.

— ¿Si lo hacia te ibas a detener? — pregunte.

— No — respondió sincero —, porque sabía que tu también lo querías, cuando realmente quieras que pare claro que lo haré. Tus deseos están primeros que los míos — termino de decir.

Una sonrisa llena de emoción se dibujo en mi rostro, hace unos momentos habíamos acabado de tener nuestra última ronda y Shawn simplemente dejó caer todo su peso en mi y esta usandome o bueno, usando mi abdomen como almohada mientras sus brazos rodean mi cintura con firmeza.

— Por cosas como esas es que jamás me negaría a decirte que no — admití — tu me tratas como un rey y en agradecimiento te doy mi cuerpo — dije divertido recordando la charla que tuve con mamá y los chicos.

Shawn soltó una carcajada y después de eso sentí un beso en mi abdomen.

— Es una muy buena oferta — continuo el juego —, eres realmente precioso — dijo mirándome.

Me sonroje por su cumplido y cubrí mi rostro.

— Basta, he escuchado esas palabras toda la noche — pedí.

— Y las seguiré diciendo hasta que lo creas — hablo con decisión y se incorporo, sentándose en la cama.

Quite las manos de mi rostro al ya no sentir su peso, pero cuando lo hice lo encontré con su mirada puesta en mi.

— ¡Deja de mirarme! — me avergonce jalando las sábanas con las que estábamos cubiertos hace un rato.

Shawn río y salió de la cama sin vergüenza alguna.

¿Cómo hace eso?.

Pero no alcé a cubrirme porque el exhibicionista de mi novio, se acerco a mi y me saco de la cama.

— ¿Q-qué haces? — pregunte al ver como me cargo en estilo nupcial.

— Vamos a bañarnos — dijo tranquilo —, así podremos descansar mejor.

Después de decir eso entramos al baño de su habitación, este era gigante, me atrevería a decir que era del mismo tamaño que mi habitación.

En el se encontraba un lavamanos lujoso con un espejo y sus respectivos muebles para guardar cosas, también tenía una ducha, una tina grande y el inodoro.

Shawn camino hacia la ducha y la abrió, esta estaba cubierta con paredes transparentes, con cuidado me dejó en el suelo pero mis piernas temblaron así que me sujete de él.

— ¿Estas bien? — pregunto mirandome con preocupación.

Yo sonreí y asentí —. Si, es solo que... creo que mis piernas se durmieron — hable tranquilo.

¿Invisible?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora