Capítulo 1

1.6K 113 72
                                    

Capiatá, Paraguay, 14 de febrero del 2013.

1

—Vamos Walter, tenes que venir, no podes quedarte acá todo el día encerrado.

—No voy a ir, qué kaigue

(tr: flojera)

—Walter, ¿cuando fue la última vez que saliste a una fiesta?

—Hace 2 años.

—¿Ves? Tenes que salir, divertirte, en esta etapa de tu vida todo tiene que ser diversión, alegría, fiestas, chicas... Tenes 17 años...

—16.

—16 años, sos un alma libre, vení con nosotros esta noche, no podes faltar, osea —lanza una mirada lastimosa y triste, se acerca sinuosamente a Walter— si no vas, voy a llorar.

—Agh, no vayas a empezar —dice Walter revolviendo sus libros en el escritorio muy perturbado de su inicial concentración.

—Por favor, por fa, porfitas —dice mientras da vueltas alrededor del escritorio de Walter, tal como una abeja molesta.

—Ya, ya... Pará, si voy —exclama Walter cerrando su libro de física y al fin accede a las peticiones de su molesto amigo.

—¡Yeih! ¡Va a ser fantástico! Ya vas a ver ¡No te vas a arrepentir!

—Eso espero, Iván.

—Promételo.

—¡Lo prometo!

—¡Ahora esperemos que cumplas! —dice Iván saliendo de la habitación de Walter y alejándose por el corredor victorioso. Luego se despide del padre de Walter y se va a su casa satisfecho.

Iván es lo que podríamos llamar "el mejor amigo de Walter", se conocían desde los 4 años, en jardín de niños; aunque son muy distintos mantienen una fuerte amistad. Iván es divertido, alegre, atlético... Y Walter pues, es Walter, un chico muy aburrido, flojo, no sale de su habitación sino es para ir al colegio, bañarse o ir a buscar la comida, porque vuelve con el plato a encerrarse en su pequeño mundo de 4 paredes.

Pero esto no siempre fue así... Hace mucho tiempo, cuando eran niños, Walter era muy divertido, amigable y juguetón, todos los días se juntaban ambos amigos y pasaban tardes inolvidables con otros niños. Pero al llegar a la adolescencia Walter se encerró en sí mismo, perdió interés en las diversiones, en sus amigos y pasaba todos los días encerrado en casa engullendo libros. A Iván le preocupa esto, ya que siente que su entrañable amistad se pierde en el tiempo, ya casi no pasan tiempo juntos, no disfrutan de su amistad, Walter se aísla de todos y poco a poco se convierte en un desconocido.

Ahora podemos entender por qué tanto empeño puso Iván en lograr que Walter acepte su invitación.

2

Pasado el momento de presión, Walter en su escritorio, moviendo un lápiz nerviosamente entre sus dedos, se pregunta cómo accedió a ir a una fiesta luego de que, tras la última fiesta a la que había asistido hacía ya 2 años, y que había sido un fiasco por cierto, prometió nunca jamás volver a asistir a otra.

Pero aún más difícil, ¿cómo lograr conseguir el permiso para asistir de su padre y cumplir con la promesa recién hecha?

Por un lado Walter puede faltar y decir luego que su padre no le dio permiso para ir, es lícito y comprensible; pero por otro lado él sabe que Iván hará un escándalo, un drama por romper aquella promesa incómoda.

¿Qué pasó en la fiesta de hace dos años? ¿Qué pudo haber sido tan terrible como para que decidiera no volver a asistir a una? ¿Por qué cambió tanto del niño divertido y sonriente que solía ser?

Amor fanático (Inédito)Where stories live. Discover now